Los altos costos y las presiones de haber crecido como hijos únicos, así como la expectativa de que mantendrán a sus padres, han hecho que muchos jóvenes se muestren reacios a tener hijos propios. (Foto: EFE).
Los altos costos y las presiones de haber crecido como hijos únicos, así como la expectativa de que mantendrán a sus padres, han hecho que muchos jóvenes se muestren reacios a tener hijos propios. (Foto: EFE).

Las parejas chinas casadas podrán tener hasta tres hijos, anunció China el lunes, un cambio drástico con respecto al límite actual de dos hijos, después de que los últimos datos demográficos mostraran un empinado descenso de los nacimientos en el país más poblado del mundo.

El costo de criar a un niño en las zonas urbanas de China desalienta a muchos, y la tasa de fertilidad de China se ha reducido a sólo 1.3 hijos por mujer, pese a que Pekín eliminó la política del hijo único en el 2016.

A continuación se muestran algunos de los costos de la crianza en las grandes ciudades de China.

Costos maternos

Los costos de dar a luz en hospitales públicos en China, incluidas las pruebas prenatales y los partos, generalmente están cubiertos por el seguro estatal, pero los recursos son limitados en esos centros y más mujeres van a clínicas privadas, que pueden cobrar más de 100,000 yuanes (US$ 15,700).

Las familias acomodadas suelen contratar a una niñera interna, o “yuesao”, para cuidar a la madre y al bebé durante el primer mes, por unos 15,000 yuanes.

A medida que aumentan los ingresos en China, las nuevas madres también recurren masivamente a costosos centros de posparto que ofrecen atención y servicios profesionales. Una de esas instalaciones en el distrito de Wangfujing de Pekín cuesta entre 150,000 y 350,000 yuanes al mes.

Vivienda y educación

Tras alimentar a sus hijos con leche de fórmula importada de Australia y Nueva Zelanda y enviarlos a centros de educación infantil, los padres acomodados buscan departamentos en distritos con buenas escuelas como Haidian, en la capital, donde la vivienda cuesta un promedio de más de 90,000 yuanes por metro cuadrado, a la par con los precios en Manhattan.

Quienes no pueden optar a escuelas públicas porque carecen de un hukou, o permiso de residencia, deben ir a centros privadas, que cuestan entre 40,000 y 250,000 yuanes al año. Los padres, la mayoría de ellos invirtiendo en su único hijo, los inscriben en tutorías privadas y en actividades extracurriculares como clases de piano, tenis o ajedrez.

Según un informe de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghái del 2019, una familia promedio que vive en el exclusivo distrito de Jingan de Shanghái gasta casi 840,000 yuanes por niño desde el nacimiento hasta la secundaria, que generalmente termina a los 15 años, incluidos 510,000 sólo en educación.

Las familias de bajos ingresos en los distritos de Jingan y Minhang de Shanghái, que tienen ingresos anuales inferiores a 50,000 yuanes, gastan más del 70% de las ganancias en el niño, según el informe.

“Tumbado”

Los altos costos y las presiones de haber crecido como hijos únicos, así como la expectativa de que mantendrán a sus padres, han hecho que muchos jóvenes se muestren reacios a tener hijos propios.

Nuevas palabras de moda que capturan la perspectiva de los jóvenes a menudo surgen en las redes sociales, incluido el reciente “tang ping” o “estar tumbado”, que refleja la desilusión con una sociedad acosada por la “involución”, otro eslogan que se refiere a estar atrapado en una competencia sin sentido.

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