(Foto: EFE)
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El exgobernador de Veracruz Javier Duarte, encarcelado y condenado por corrupción, afirmó que la constructora brasileña apoyó la campaña presidencial de (2012-2018) y anunció que está dispuesto a declarar sobre este caso.

“Tengo la disposición de declarar todo lo que me consta en este caso ante la autoridad correspondiente sin la necesidad de solicitar ningún criterio de oportunidad o beneficio alguno”, aseguró en Twitter Duarte, quien gobernó Veracruz entre el 2010 y 2016 con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), mismo partido que Peña Nieto.

Como “prueba” de su acusación, Duarte expuso que Peña Nieto viajó en el 2012 ya como presidente electo a Sao Paulo (Brasil), donde estuvo en casa de Marcelo Odebrecht, expresidente de la constructora brasileña que habría sobornado a decenas de gobernantes latinoamericanos a cambio de contratos.

“Ahí me llamó vía telefónica para solicitarme (instruirme) que acelerara todos los trámites y obras que el Gobierno del estado de Veracruz tuviera pendiente para que Etileno XXI pudiera arrancar lo antes posible ya que él tenía un compromiso muy grande con estas personas”, expresó Duarte.

Etileno XXI, ubicado en el municipio de Nanchital, en el oriental estado de Veracruz, es un complejo que recibió una inversión de US$ 2,500 millones entre el 2010 y 2017 de Braskem, la mayor petroquímica de latinoamericana, controlada por Odebrecht.

Duarte aseguró que quiere revelar toda la información que tiene “con la intención de aclarar y apoyar en la investigación de este caso y sobretodo que se sepa la verdad”, pero no con el objetivo de obtener beneficios penitenciarios.

Javier Duarte dejó el cargo de gobernador en el 2016 para huir del país ante los casos de corrupción que lo acechaban, pero en el 2017 fue capturado en Guatemala y extraditado a México, donde fue condenado en el 2018 a nueve años de cárcel.

El caso Odebrecht estalló este año en México cuando el exdirector de la petrolera estatal Emilio Lozoya fue capturado a España y enviado en agosto a por presuntamente haber recibido US$ 10.5 millones en sobornos de la constructora brasileña.

Lozoya, quien antes de ser nombrado director de Pemex participó en el equipo de campaña de Peña Nieto, llegó a un acuerdo con la Fiscalía para delatar a otros implicados y señaló directamente a Peña Nieto de haberle ordenado recibir esos sobornos para su campaña electoral.

También reveló que cuando Peña Nieto ya era presidente, se usó ese dinero para comprar a varios legisladores de la oposición el voto a favor para la reforma energética que impulsó el Gobierno para liberalizar el sector.

En el relato de Lozoya se detalla todo tipo de actividades ilícitas e incluso estrafalarias de la clase política mexicana de entonces, y como anécdota asegura que cuando Javier Duarte era gobernador de Veracruz regaló un Ferrari a Peña Nieto.

El exgobernador negó desde prisión en agosto pasado estos hechos.

Peña Nieto, que según algunos medios vive en España desde que dejó el cargo en el 2018, no se ha pronunciados sobre estas acusaciones.