(Foto referencial: Andina)
(Foto referencial: Andina)

Durante dos años, Bolivia ha presionado para impulsar la producción de gas natural, clave desde hace mucho tiempo para su prosperidad, mediante la perforación de nuevos descubrimientos en las tierras bajas del sudeste. ¿El resultado? Un hoyo seco de 8 kilómetros de profundidad.