Fifagate
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Marco Polo del Nero, uno de los 42 acusados en el escándalo FIFA, preside aún el fútbol brasileño y la FIFA no le sanciona. ¿Por qué?, preguntó en el proceso FIFA el abogado de su antecesor, José María Marín.

Según varios testigos del gobierno en el juicio FIFA, incluido el empresario argentino Alejandro Burzaco, de la productora Torneos y Competencias, Marín y Del Nero se repartían sobornos millonarios a cambio de contratos de televisación y mercadeo de partidos amistosos y torneos como la Copa Libertadores y la Copa América.

Los abogados de Marín aseguran no obstante que Del Nero era quien tomaba las decisiones, y que su cliente era solo "un jugador pasivo" que no tenía mucha idea de lo que hacía.

Al interrogar al testigo Steven Berryman, agente del fisco estadounidense, Jim Mitchell, abogado de Marín, sugirió que la FIFA, que expulsó a Marín y tiene supuestamente una tolerancia cero con la corrupción, tiene un código de ética maleable, ya que ha tratado de manera diferente a su cliente y a Del Nero.

Marín, de 85 años, fue detenido en Zurich el 27 de mayo del 2015, y desde entonces está en arresto domiciliario en su apartamento de la lujosa Trump Tower, en la Quinta Avenida.

Tras su arresto, Del Nero, que era su vicepresidente, lo reemplazó a la cabeza de la CBF, un puesto al que se ha aferrado aunque no viaja al extranjero desde diciembre del 2015, fecha de su inculpación, ni siquiera para ver jugar a la 'canarinha'.

La jueza Pamela Chen, a cargo del caso, sostuvo que Mitchell no puede hacer inferencias sobre por qué Marín sigue presidiendo el fútbol de su país a pesar de ser acusado de aceptar sobornos y de lavar dinero por Estados Unidos.

"¿Quién sabe lo que eso significa? Quizás Del Nero tiene amigos en puestos altos", dijo Chen luego de enviar al jurado fuera de la sala.
Brasil solo concede la extradición en casos de tráfico de drogas y del Nero no está acusado de ningún delito en Brasil. Su caso es similar al del otrora poderoso Ricardo Teixeira, que presidió la CBF durante 23 años hasta su renuncia sorpresiva en el 2012: es otro de los 42 acusados en Estados Unidos y también está en libertad en Brasil.

La fiscalía asegura que Marín cobró por ejemplo US$ 1.5 millones en sobornos por los derechos de la Copa América en el 2013 y US$ 0.5 millones por la Copa Libertadores el mismo año, depositados en la cuenta de su empresa Firelli en Nueva York.

Marín es uno de los tres acusados del juicio FIFA, junto al expresidente de la Conmebol Juan Angel Napout y el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga. Los tres insisten en su inocencia.

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