(Foto: Reuters)
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revisó a la baja el jueves su previsión de demanda de crudo para este año, pero espera que se recupere en el 2020 gracias al crecimiento económico global, nuevas reglas marítimas y condiciones climáticas más normales.

Las nuevas reglas de la Organización Marítima Internacional (OMI), que entrarán en vigor el 1 de enero del 2020, prohíben que los barcos usen combustibles con más de 0.5% de sulfuro, comparado con el 3.5% actual, a no ser que estén equipados con sistema de limpieza de sus conductos de escape.

El banco espera que estas nuevas directrices impulsen la demanda de destilados en el 2020, pero, como los inversores están aún bastante por debajo del promedio de cinco años en lo referente a la base de demanda, considera que habrá un panorama ajustado para los destilados.

"Creemos que OMI 2020 generará márgenes más altos para el diésel y mantendrá nuestra previsión del diferencial del diésel para el 2020 a US$ 20 por barril desde los niveles al contado de US$ 14", dijo el banco en una nota con fecha 4 de diciembre.

No obstante, la entidad de revisó a la baja la previsión de demanda de crudo del 2019 a 1 millón de barriles por día (mbpd) desde los 1.4 mbpd de principios de año, refiriéndose a la decepcionante demanda petrolera por la debilidad de la actividad económica, el clima desfavorable y las tensiones comerciales.

El banco también espera un diferencial de US$ 4.50 entre el barril de crudo Brent y el WTI estadounidense en el 2020, frente a los niveles actuales cercanos a los US$ 7.

“Con un panorama reducido para el crecimiento de la producción en Estados Unidos y un aumento de la infraestructura construida fuera de Estados Unidos, prevemos diferenciales de crudo menos constructivos en el 2020”, agregó.