Glenn Greenwald (Foto: Reuters)
Glenn Greenwald (Foto: Reuters)

El periodista estadounidense Glenn Greenwald, radicado en , afirmó este jueves que él y su familia reciben amenazas "grotescas" desde la publicación de conversaciones que sugieren que el actual ministro de Justicia pudo haber conspirado para mantener al expresidente Lula fuera de la carrera presidencial de 2018.

Greenwald le dijo a la AFP en una comunicación telefónica que "la violencia política es una realidad" en Brasil, pero que no dejará el país.

El sitio de periodismo de investigación del que es cofundador, The Intercept Brasil, divulgó esta semana un material explosivo que siembra dudas sobre la imparcialidad del exjuez al conducir la mayor operación anticorrupción en la historia de Brasil, conocida como

Las conversaciones de Telegram -proporcionadas a los periodistas por una fuente anónima- dieron lugar a pedidos de renuncia a Moro, casi seis meses después de asumir como ministro de Justicia y Seguridad Pública del gobierno de

La operación Lava Jato, que desde 2014 ha puesto al descubierto una vasta red de sobornos pagados por constructoras a políticos para obtener contratos con la estatal Petrobras, colocó a prominentes empresarios y políticos de casi todo el espectro tras las rejas.

Sus críticos afirman que Moro apuntó más contra el expresidente y su Partido de los Trabajadores (PT) que contra los demás.

Fue Moro quien condenó a en primera instancia por corrupción y lavado de dinero en 2017, un caso que fue confirmado por un tribunal de segunda instancia y que le impidió postularse nuevamente a la presidencia el año pasado.

"Sabíamos que cuando informáramos sobre figuras poderosas que integran el gobierno de Bolsonaro, eso generaría mucho odio, animosidad y amenazas", dijo Greenwald un día después que The Intercept divulgara nuevas conversaciones entre Moro y el fiscal que lidera la investigación Lava Jato, Deltan Dallagnol.

"Recibimos algunas amenazas realmente repugnantes, detalladas, grotescas, gráficas, que son bastante perturbadoras y que tomamos en serio", añadió.

Las amenazas -recibidas por correo electrónico y redes sociales- también se dirigen a su esposo, el diputado federal David Miranda, y a sus dos hijos adoptivos.

Greenwald, uno de los periodistas que entrevistó en exclusiva a Edward Snowden en 2013 sobre los programas de vigilancia masiva implementados por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de , sabía que esta vez se expondría a un riesgo mayor al estar acusando personas que están en el mismo país en el que vive.

Pero asegura que "jamás" saldrá de Brasil.

"Es el país de mis hijos y mi esposo", señaló. "Tomamos todas las medidas que creemos necesarias para preservar nuestra seguridad física y legal".

"Hacer periodismo es enfrentarse a gente poderosa", afirmó, dispuesto a seguir "normalmente" con su trabajo.

- Justicia "corrupta" -

Moro, considerado un héroe por muchos brasileños, se mantuvo firme desde las primeras revelaciones realizadas por The Intercept el domingo.

En las conversaciones filtradas, según el sitio de investigación, los fiscales de Lava Jato expresan "serias dudas" sobre las pruebas contra Lula y "hablan abiertamente" de impedir que el PT gane las elecciones en 2018, en las que Lula era el candidato favorito.

Moro "excedió reiteradamente los límites éticos que definen el rol de un juez" al ofrecer consejos y pistas a los fiscales, sostiene The Intercept.

El ministro niega estas acusaciones y fustiga que los mensajes hayan sido obtenidos ilegalmente. Los fiscales han puesto en duda la autenticidad de las conversaciones, alegando que podrían haber sido falsificadas.

Greenwald se negó a discutir la manera en que la fuente anónima de The Intercept obtuvo el material, que para él demuestra que Moro "estaba totalmente integrado al trabajo de la acusación" en la investigación Lava Jato.

"Tenían una relación de colaboración continua, algo que viola la constitución y el código de ética judicial, a tal punto que pone en cuestión todos los veredictos que Moro adoptó en el ámbito de la Lava Jato", dijo.

Lula, presidente entre 2003 y 2010, purga desde abril de 2018 una sentencia a ocho años y diez meses de cárcel tras ser condenado por aceptar un apartamento en un balneario de Sao Paulo de la constructora, implicada en la red de sobornos relacionados con Petrobras.

El expresidente niega los cargos y se dice víctima de una conspiración política para impedirle disputar las elecciones de 2018, que ganó Bolsonaro.

Bolsonaro no había hecho declaraciones públicas sobre el asunto hasta este jueves, cuando reivindicó el legado de Moro: "Lo que él hizo
(como juez de Lava Jato) no tiene precio. Expuso las vísceras del poder",
afirmó.

El presidente calificó la invasión a los móviles de los investigadores de Lava Jato como "delictiva".

Greenwald no espera que Moro renuncie tras las revelaciones, pero no está tan seguro de que pueda continuar ejerciendo su cargo cuando The Intercept publique nuevos materiales.

"La principal víctima de lo que estamos revelando es la sociedad brasileña. Y (también) aquellos que fueron castigados y encarcelados por un proceso claramente conducido por personas que no tenían consideración por las reglas que estaban obligados a seguir", afirmó.

"Cuando se violan esas reglas, todo el sistema judicial se corrompe", sentenció.