Emmanuel Macron y Boris Johnson. (Foto: AFP).
Emmanuel Macron y Boris Johnson. (Foto: AFP).

Las tensiones entre y la por el acuerdo del estallaron en una guerra de palabras abierta el domingo, y ambas partes acusaron a la otra de sembrar discordia en la cumbre del .

Desde que Reino Unido votó a favor de abandonar la UE en el 2016, las dos partes han estado tratando de resolver el enigma de qué hacer con la provincia británica de Irlanda del Norte, que tiene una frontera terrestre con Irlanda, integrante del grupo comunitario.

En última instancia, las conversaciones siguen volviendo al delicado mosaico de historia, nacionalismo, religión y geografía que se entrelazan en Irlanda del Norte, pero el último pulso está centrado en las salchichas.

Durante las conversaciones con Emmanuel Macron en la cumbre del G7 en el suroeste de Inglaterra, Boris Johnson había preguntado cómo reaccionaría el presidente francés si las salchichas de Toulouse no pudieran venderse en los mercados de París.

El periódico británico Telegraph informó que Macron respondió diciendo incorrectamente que Irlanda del Norte no es parte de Reino Unido, algo que el ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, describió como “ofensivo”.

“Varias figuras de la UE aquí en Carbis Bay, pero francamente desde hace meses y años, han caracterizado a Irlanda del Norte como un país separado de alguna manera y eso es erróneo”, señaló Raab.

“Es una falta de comprensión de los hechos. No hablaríamos de Cataluña y Barcelona, o de Córcega en Francia de esa manera”, dijo en el programa de Andrew Marr de la BBC.

En una medida que podría provocar una guerra comercial a gran escala, Johnson amenazó con medidas de emergencia en el protocolo de Irlanda del Norte incluido en el acuerdo de divorcio Brexit si no se encuentra una solución.

Una fuente diplomática francesa dijo que Macron se quedó desconcertado por el hecho de que Johnson mencionara las salchichas, algo que el líder británico calificó como un asunto crucial, pero que los franceses consideran una distracción del objetivo principal del G7.

“Se necesitaron cuatro años para negociar este acuerdo”, dijo la fuente. “No se puede decir que Reino Unido no sabía qué estaba firmando. No es muy profesional o es una distracción de los problemas reales”.

Interrogado repetidamente en una conferencia de prensa sobre los comentarios de Macron durante sus conversaciones, Johnson dijo que el Brexit ocupó una “pequeña proporción de nuestras deliberaciones” durante la cumbre del G7 que terminó el domingo.

“Haremos lo que sea necesario para proteger la integridad territorial de Reino Unido, pero en realidad lo que sucedió en esta cumbre fue que hubo una cantidad colosal de trabajo sobre asuntos que no tenían absolutamente nada que ver con el Brexit”, señaló.