El peso mexicano se dispone a registrar su mayor caída mensual desde que el presidente, , canceló abruptamente un proyecto de construcción de un aeropuerto para Ciudad de México en octubre pasado.

La moneda más cotizada en cayó un 4.6% en agosto, afectada por la combinación de los principales eventos de riesgo global y las expectativas generalizadas de que el banco central seguirá bajando las tasas de interés. En cambio, el índice de divisas de mercados emergentes MSCI cayó cerca del 3.3%.

Después de que evitó por poco una recesión en el segundo trimestre, el banco central redujo su pronóstico de crecimiento para 2019 de un rango de 0,8%-1,8% a 0,2%-0,7% el miércoles. Las debilidades económicas han impulsado las apuestas de un ciclo de flexibilización extendido y que la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE) del país descontará casi 170 puntos básicos de recortes para fines de 2020.

La turbulencia externa —incluida la mayor caída mensual del yuan chino en 25 años, una escalada de enfrentamientos comerciales entre las economías más grandes del mundo y una crisis en los mercados argentinos— se ha sumado a los problemas internos.

“El peso mexicano generalmente se usa como un indicador para las monedas emergentes de manera más amplia, por tanto, cuando el contexto global empeora como hemos visto en agosto, el peso suele verse fuertemente afectado”, dijo Brendan McKenna, un estratega cambiario de Wells Fargo Securities con sede en Nueva York. “Además, la economía aún está en muy mal estado y los mercados están comenzando a esperar más recortes de tasas de Banxico”.

El tipo de cambio implícito en pesos a 1 mes llega a cerca de un 8.4%, solo por debajo de las tasas de Argentina y Turquía entre las 23 monedas de mercados emergentes rastreadas por Bloomberg. Dado que se espera que la tasa clave caiga a 6.3% desde 8%, el atractivo del elevado carry trade del peso puede disminuir con el tiempo.

El peor mes desde octubre

La divisa mexicana se ha mantenido apenas sobre los 20 pesos por dólar desde la sesión de la mañana del miércoles en Nueva York y estableció un nuevo mínimo de 2019 de 20,2580 por dólar el jueves. Las últimas señales de moderación en los enfrentamientos entre y no han logrado darle a la moneda un impulso sostenido.

La caída de la moneda se vuelve insignificante al compararla con el peso argentino, que ha caído un 25% este mes a medida que el país se tambalea al borde del incumplimiento. El real de también bajó un 7.7%.

El peso mexicano se cotizaba a 20,0770 el viernes, a aproximadamente un 2% del nivel de soporte clave de 20,50, observado por última vez en diciembre. La falta de niveles de soporte intermedios implica que la moneda podría caer aún más rápidamente, como sucedió en noviembre y diciembre.