(Foto: EFE)
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¿Un complot contra Trump o un momento clave de la democracia estadounidense? Entre la conservadora Fox News y su vecina de izquierda MSNBC, los dos canales de noticias estadounidenses más vistos ofrecen dos lecturas radicalmente diferentes del juicio político de

"Un asesinato político", "una campaña de difamación partidista", "un golpe bajo". El martes por la noche y después de un histórico primer día de juicio, el presentador estrella de Fox News Sean Hannity criticó el juicio a Trump desde el inicio de su monólogo.

Desde los últimos meses de la campaña presidencial del 2016, y con algunas raras excepciones, los cabecillas de Fox News se han alineado sistemáticamente con Donald Trump frente a los demócratas y otros medios tradicionales, a los que acusa de buscar la destitución del presidente republicano.

Para Sean Hannity, el proceso de destitución que comenzó el martes no es más que el punto culminante de "una serie ininterrumpida de ataques y de acusaciones" contra el presidente estadounidense durante tres años.

Los demócratas "piden la destitución desde dos días después de las elecciones", buscando un motivo, sea cual sea.

Para su colega Tucker Carlson, la otra superestrella de la cadena del magnate Rupert Murdoch, nunca se ha tratado de proteger las instituciones, sino de "paralizar la política del presidente. También era el objetivo del engaño ruso", dijo el martes respecto a la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia de Moscú en las presidenciales del 2016.

Mientras tanto, en MSNBC, que se ha convertido en el contrapunto de Fox News durante tres años, el tono es más sobrio, pero los invitados describieron la histórica jornada de una forma totalmente distinta.

Según la exsenadora demócrata Claire McCaskill, el equipo acusado de presentar el cargo en el juicio "presentó pruebas irrefutables".

"Los demócratas han sido muy eficaces", agrega el columnista Michael Steele quien sin embargo es republicano.

Las dos visiones sobre la coyuntura política son irreconciliables.

¿Cuál es el impacto?

“El panorama de la información televisiva refleja en gran medida la polarización del panorama político en en este momento, y estos canales están tratando de capturar a sus espectadores más leales”, explicó Jeff McCall, profesor de comunicaciones de la Universidad DePauw en Indiana.

"Esta es una de las diferencias con el juicio de destitución de (Bill) Clinton (en 1999). En ese momento, los medios partidistas apenas estaban surgiendo, pero no tenían la madurez que tienen hoy", observó Kathryn Cramer Brownell, académica de la Universidad de Purdue y especialista en los vínculos entre los medios y la política.

"Ha habido un aumento en el poder en las últimas décadas y ahora estamos viendo una intensificación del panorama partidista y la forma en que las personas reaccionan a las noticias", agrega.

Como se evidencia por las audiencias, el público aprecia visiblemente este juego de roles.

Sean Hannity regularmente roza los 4 millones de telespectadores, contra 3.3 millones en promedio el año pasado.

La reina de MSNBC, Rachel Maddow, que lucha todas las noches contra su rival de Fox News entre las 21H00 y las 22H00, ya ha cruzado este umbral varias veces en enero, casi triplicando su audiencia promedio del 2016.

CNN, que desde la elección de Donald Trump busca ser una suerte de árbitro, aspira a un tratamiento más matizado. Pero cuenta con la mitad de la audiencia de MSNBC y un poco más de un tercio de la de Fox News.

"CNN está totalmente en la línea mediática de la resistencia a Trump, pero simplemente está haciendo un mal trabajo", dijo Jeff McCall, para quien la cadena histórica "no es más equilibrada que las demás".

Se plantea la cuestión de la influencia en el electorado de este enfoque orientado a la información.

"Por supuesto, las personas que miran estos canales son solo una minoría", admite Kathryn Cramer Brownell, "pero con Fox News, entre ellos hay ejecutivos del partido republicano, y eso pesa sobre ellos".

“La influencia de los canales de noticias va más allá de los nueve millones de personas que miran su televisión todas las noches”, dice Jeff McCall, “pero no estoy convencido de que esto tenga algún impacto en el juicio político, excepto para confirmar las opiniones de los espectadores”.

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