El Banco Central Europeo debería considerar la posibilidad de mantener parte de la flexibilidad de su programa de compra de bonos de emergencia cuando pase a otras compras de activos después de la crisis del COVID, dijo el miembro del Consejo de Gobierno Pablo Hernández de Cos.
La principal lección que hay que sacar del programa es que la capacidad de orientar las compras hacia las partes de la economía que más lo necesitan ha aumentado notablemente no solo la eficacia sino también la eficiencia del mismo, señaló el martes el gobernador del Banco de España en una respuesta escrita a las preguntas de Bloomberg.
Por lo tanto, sería deseable discutir la posibilidad de que nuestros futuros programas de compras conserven algunos de los elementos flexibles, añadió.
Los comentarios auguran reuniones potencialmente tensas cuando los responsables de la política monetaria inicien las conversaciones formales sobre cómo cambiar sus prioridades desde la lucha contra la crisis a alcanzar su objetivo de inflación. Los programas de compra de bonos han sido un punto delicado durante años para algunos funcionarios, que temen que generen riesgos para la estabilidad financiera y socaven el incentivo para que los Gobiernos mantengan sanas sus finanzas.
El programa de 1.85 billones de euros (US$2.2 billones) por la pandemia es especialmente potente y se ha utilizado para mantener bajos los costos de endeudamiento en los países más afectados, como la muy endeudada Italia. Además, es explícitamente temporal, ya que está previsto que dure hasta marzo de 2022 o hasta que el Consejo de Gobierno considere que la fase de crisis por el coronavirus terminó.
La presidente del BCE, Christine Lagarde, dijo este mes a Bloomberg que el programa podría “pasar a un nuevo formato”.
Hernández de Cos, considerado como uno de los miembros del Consejo de Gobierno más dóciles, dijo que era “demasiado pronto” para decir cuándo deberían comenzar las discusiones sobre las medidas posteriores a la crisis. Pero también sugirió que la decisión del BCE de la semana pasada de modificar su orientación sobre la política futura es una señal de que se avecinan cambios para impulsar la inflación.
Hernández de Cos argumentó que el enfoque del BCE en el futuro debería ser ser “persistente” en sus acciones y “mantener” un nivel suficiente de estímulo.
El BCE dijo la semana pasada que las tasas de interés se mantendrán en los niveles actuales o más bajos al menos hasta que sus proyecciones muestren que la inflación llegará al 2% “mucho antes” de su período de previsión. La tasa de depósito es actualmente de -0.5%.
Hernández de Cos dijo que estaba de acuerdo con los comentarios de su colega del BCE François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia, que “mucho antes” significa entre 12 y 18 meses. Las últimas previsiones se extienden hasta 2023, cuando se estima que el crecimiento de los precios promedia solo el 1.4%.
Este cambio de orientación se produjo tras una revisión estratégica en la que el BCE elevó su objetivo de inflación desde bajo el 2% y reconoció que podría sobrepasarlo.
Sin embargo, la reacción de los inversionistas ha sido mayoritariamente moderada. Las expectativas de inflación, una medida clave del crecimiento futuro de los precios, apenas han variado. Hernández de Cos señaló que las expectativas tardaron en cambiar cuando la Reserva Federal de Estados Unidos dio a conocer su propia revisión estratégica el año pasado y puso en marcha el objetivo de inflación media. Señaló que el mercado y los analistas necesitan tiempo para procesar todas las novedades incluidas en nuestra revisión estratégica y analizar sus implicaciones.
Aun así, los analistas buscan más detalles sobre lo que hará el banco central a continuación. La mayoría espera que su antiguo programa de compra de activos, que está limitado por normas más estrictas y asciende a 20,000 millones de euros al mes, aumente a medida que se reduzcan las compras por la pandemia.
Se espera que los funcionarios discutan sus planes en la próxima reunión de política monetaria de septiembre, cuando tengan nuevas previsiones económicas y una idea más clara de cómo están evolucionado los contagios por coronavirus.
Hernández de Cos ha pedido una definición más amplia de lo que significa una recuperación total de la crisis del coronavirus, en una señal de que puede estar abierto a ampliar el programa de emergencia. Este programa debería permanecer en vigor mientras persista la pandemia y su efecto en la economía, dijo, agregando que en un contexto de incertidumbre aún muy alta como el actual, uno no se debería anticipar.