Argentina
Argentina

Los argentinos votarán el domingo 27 de octubre en unas elecciones generales que tienen como favorita la fórmula opositora que integrany la exmandataria , como candidata a la vicepresidencia, frente al presidente conservador quien busca la reelección y agravó muchas de las patologías que arrastra la economía del país sudamericano desde hace décadas.

A continuación un vistazo al escenario en el que se desarrollarán las elecciones presidenciales de Argentina.

¿Por qué la reelección de Macri está en duda?

Macri finaliza su gobierno con la mayoría de los indicadores económicos en peor estado que cuando asumió en el 2015. En gran parte, esto se debe a que las medidas con las que intentó corregir las distorsiones que había heredado del modelo populista no fueron efectivas y agravaron la inflación, que este año se calcula en 55%.

Como última carta para revertir la recesión, el mandatario buscó la ayuda del en el 2018 a pesar de que una mayoría de argentinos culpan al organismo por crisis pasadas.

La caída de la economía, una cifra de desempleo de 10.6% y la aceleración de la inflación -la segunda mayor de América Latina después de Venezuela- fueron erosionando la popularidad de Macri, quien tampoco pudo cumplir con la promesa de reducir la pobreza, que afecta al 35.4% de la población, según la última medición oficial.

El mandatario, sin embargo, cuenta todavía con el respaldo de las clases acomodadas de grandes ciudades y de productores rurales que destacan las obras de infraestructura ejecutadas durante su gestión, el combate contra el narcotráfico y la delincuencia y una mejora de la calidad institucional.

¿Cuál es la alternativa política?

Fernández, que encabeza un frente electoral de kirchneristas, peronistas moderados y fuerzas progresistas, fue el candidato más votado en las primarias abiertas y obligatorias del 11 de agosto, las cuales oficiaron como una gran encuesta nacional de cara a las elecciones del 27 de octubre.

Macri quedó segundo a más de 15 puntos. Este resultado profundizó una fuga de capitales y derrumbó los activos argentinos en el exterior por el temor de los inversores a un regreso del populismo, lo cual recalentó la inflación y empeoró la crisis social.

Los analistas coinciden hay amplios sectores de la población que culpan a Macri por el empobrecimiento de sus condiciones de vida desde que estalló la crisis a principios del 2018 y le darán su respaldo al kirchnerismo en las urnas porque añoran las políticas de bienestar social ejecutadas durante 12 años.

La tendencia favorita del candidato opositor no se ha revertido, según las encuestas, pese al recelo que provoca la figura de Fernández de Kirchner, quien enfrenta varios procesos judiciales por supuesta corrupción durante su mandato (2007-2015).

¿Qué propone cada uno?

Macri reconoció el costo social de las medidas de ajuste, pero sostuvo que el esfuerzo valió la pena y prometió que la economía se pondrá en marcha el próximo año. Adelantó que profundizará el perfil agroexportador con la apertura de nuevos mercados, para lo cual considera vital el acuerdo Mercosur-Unión Europea. También incentivará la producción de energía con la explotación del yacimiento de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta en la Patagonia, una de las mayores reservas del mundo.

Fernández, en tanto, dijo que su prioridad será reactivar el consumo y reducir la pobreza. Adelantó que convocará a sindicatos y empresarios a un gran acuerdo para bajar la inflación. También aseguró que protegerá a sectores de la industria local, en particular a las pequeñas y medianas empresas, por lo que advirtió que revisará el acuerdo de libre comercio entre los bloques sudamericano y europeo. Dio a entender que pondrá trabas al capital especulativo.

¿Qué desafios tendrá el próximo gobierno?

Mientras busca reactivar la economía, que caerá 3,1% este año, y reducir la pobreza y la inflación, el futuro gobierno deberá afrontar la pesada carga de la deuda externa, que hasta septiembre ascendía a casi US$ 200,000 millones.

Entre los compromisos asumidos está el préstamo récord por más de US$ 56,000 millones otorgado por el FMI en el 2018, del cual todavía resta un desembolso de US$ 5,400 millones que está en suspenso hasta la asunción de una nueva gestión.

El cumplimiento de estas obligaciones debe encararse con un nivel de reservas que ha disminuido considerablemente en los últimos meses por la necesidad del Banco Central de intervenir en el mercado de cambios para frenar la depreciación del peso por la incertidumbre política.

Los economistas descuentan que gane quien gane, Argentina postergará sus vencimientos de deuda y buscará renegociar el acuerdo con el FMI.