(Foto: AFP)
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El mar, la playa, la fiesta... es un oasis del ocio en Oriente Próximo, pero cada mañana Yosef Salman y su equipo descubren otra realidad menos divertida, cuando recogen envases, botellas y bolsas de plástico que contaminan el litoral.

Bajo un calor húmedo y el ruido de las olas, Yosef y su equipo recorren la playa con grandes rastrillos para recoger los desechos.

Restos de vasos de plástico, colillas de tabaco, pañales, tubos de crema solar... Los residuos abundan en la playa de Tel Aviv.

“Cada año recogemos 1,600 toneladas de basura” en las playas de Tel Aviv, explica Yosef Salman, responsable de la limpieza de las tres playas más grandes de la metrópolis israelí, quien precisa que el 40% de esta basura son

A estos residuos hay que sumarle los microplásticos, es decir, partículas de plástico que se dispersaron y quedaron debajo de la arena, las cuales resultan muy difíciles de recoger.

“Cuando llueve en Israel, podemos ver toneladas de microplásticos en la arena”, asegura Ariel Shay, del movimiento Plastic Free Israel que organiza iniciativas para limpiar las playas.

Pese a la presencia de numerosas organizaciones ecologistas y la adopción de medidas para limitar la distribución de bolsas de plástico en los supermercados, la sociedad israelí permanece adicta al plástico.

La organización medioambiental publicó en junio un informe en el que situaba a las playas israelíes como las terceras con una mayor presencia de residuos plásticos, por detrás del litoral turco y de Barcelona, pero por delante de las playas de Valencia, Alejandría (Egipto), Argel (Argelia) y Marsella.

"Cada vez que voy a la playa ahora, paso mi tiempo limpiando. ¡Es horrible!", lamenta Shani Zylbersztein, mientras mira a su hija de nueve meses que juega con un tenedor de plástico que acaba de recoger de la arena.

¿Contaminación de plástico por el sabbat?

Muchas familias judías hacen pícnics en la playa con platos y cubiertos de plástico, especialmente los sábados.

Ese día celebran el sabbat y no pueden trabajar. "Como no tienen derecho ni siquiera a limpiar los platos (sobre todo los judíos ortodoxos), los utilizan de plástico", explica Limor Gorelik, de la oenegé Zalul.

Según Galia Pasternak, que prepara una tesis sobre la contaminación en las playas israelíes en la Universidad de Haifa, el 60% de los desechos en la playa proviene de los propios bañistas.

Los residuos llevados por la corriente desde las aguas de Egipto o Líbano representan un porcentaje menor.

El Ministerio de Medio Ambiente israelí impulsó en el 2005 una iniciativa original que consiste en financiar las tareas de limpieza en las playas realizadas por los gobiernos municipales.

Las autoridades israelíes efectúan controles estrictos y aquellas localidades que no cumplen con los objetivos de limpieza ven sus subvenciones reducidas, incluso suprimidas, indica Ran Amir, director de la división del ecosistema marino y de las costas del Ministerio de Medio Ambiente.

Este alto funcionario enumera algunas de las otras iniciativas del Ministerio de Medio Ambiente, como anuncios en la radio e internet, multas, medidas de precaución y campañas de pedagogía sobre la importancia del

Según Limor Gorelik, sin embargo, Israel aún tiene mucho que mejorar. Esta militante de la oenegé Zalul pone como ejemplo las bolsas de plástico por las que se tiene que pagar desde el 2017 en los supermercados. “Solo cuestan 10 céntimos de shekel (entre 2 y 3 céntimos de dólar), no es suficiente”, considera.