Las autoridades federales en Manhattan informaron que el banco Hapoalim y su filial suiza, accedieron también a pagar US$ 874 millones.
Las autoridades federales en Manhattan informaron que el banco Hapoalim y su filial suiza, accedieron también a pagar US$ 874 millones.

Un banco israelí y su filial suiza accedieron a pagar más de US$ 30 millones como parte de un arreglo por su papel en un complot para lavar más de US$ 20 millones en sobornos a jerarcas del fútbol.

Se trata de las primeras instituciones financieras implicadas en el escándalo de la FIFA que han llegado a una resolución con fiscales federales estadounidenses.

El banco Hapoalim BM en Israel y su compañía Hapoalim Ltd. en Suiza, de cuya totalidad es dueño, accedieron a renunciar a US$ 20.73 millones y a pagar una multa de US$ 9.33 millones, como parte de un acuerdo para evitar un proceso, informó la fiscalía federal en Brooklyn.

La operación ilícita se habría realizado mediante la rama de los bancos en Miami, del 2010 al 2015, y muchos de los pagos estarían vinculados con los derechos de transmisión televisiva de la .

Eugenio Figueredo, expresidente de la y de la Asociación Uruguaya de Fútbol, fue uno de los acusados de recibir los sobornos. Otro es Luis Bedoya, expresidente de la Federación Colombiana y, al igual que Figueredo, otrora miembro del comité ejecutivo de la .

El expresidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile, Sergio Jadue, y el otrora titular de la Federación Venezolana de Fútbol, Rafael Esquivel, fueron también implicados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, junto con José Luis Chiriboga, cuyo padre Luis era presidente de la Federación Ecuatoriana.

El banco Hapoalim y la filial llegaron a un acuerdo con el Departamento de Justicia y la fiscalía. Bajo estos términos, ni esos grupos financieros ni la filial en América Latina enfrentarán juicios por los delitos admitidos en el arreglo, salvo por infracciones tributarias penales.

Ningún empleado bancario involucrado en las actividades ilegales fue identificado por su nombre.

“Este anuncio ilustra otro aspecto en la telaraña de sobornos, corrupción y acuerdos que se hacían detrás de los telones mientras los partidos se jugaban en la cancha”, dijo William F. Sweeney, subdirector a cargo de la oficina de campo del FBI en Nueva York, mediante un comunicado.

“El banco Hapoalim admite que sus ejecutivos miraron a otro lado y permitieron que continuaran las actividades ilícitas, incluso cuando los empleados descubrieron el ardid y lo reportaron”.

En un entretejido de sobornos que incluyó detalles de escuchas telefónicas e individuos no identificados, los fiscales dieron detalles de los actos por parte de Full Play Group, la empresa argentina que ganó los derechos de venta de medios y mercadeo para las ediciones de la Copa América del 2015, 2016, 2019 y 2023.

En la investigación se hace referencia a individuos no identificados sino como gerente de relaciones 1, empleados de cumplimiento 1 y 2, así como cómplices 1 y 2.

Traffic Sports, una empresa brasileña, tuvo los derechos de 1987 al 2011. Esa compañía y Traffic Sports USA llegaron a acuerdos para declararse culpables y fueron multadas con un total de un millón de dólares el año pasado.

Full Play es controlada por Hugo Jinkis y su hijo Mariano, acusados originalmente en el 2015. Enfrentan cargos de complot, fraude por medios electrónicos y complot para lavado de dinero.

Full Play tenía cuentas en los bancos a nombre de las subsidiarias Bayan Group, Cross Trading y Yorkfields. Los dos Jinkis usaron esas cuentas para hacer al menos 53 pagos de sobornos por un total superior a US$ 14.02 millones, del 2010 al 2014, para Bedoya, Chiriboga, Esquivel y Figueredo, como parte del acuerdo de Full Play para adquirir los derechos de marketing de los torneos continentales de selecciones en el 2015, 2016, 2019 y 2023, dijeron los fiscales en una declaración de hechos.

“Durante casi cinco años, los empleados del banco Hapoalim usaron el sistema financiero de Estados Unidos para lavar decenas de millones de dólares en pagos de sobornos a dirigentes corruptos del fútbol en múltiples países”, dijo Brian A. Benczkowski, vicefiscal de la división penal, en un comunicado.

“El anuncio demuestra el compromiso del Departamento para llevar a cuentas a las instituciones financieras cuando a sabiendas faciliten actos de corrupción y otras conductas delictivas”.

Las autoridades federales en Manhattan informaron el jueves que el banco Hapoalim y su filial suiza, accedieron también a pagar US$ 874 millones para dejar atrás las acusaciones que apuntaban a un complot con los contribuyentes estadounidenses para esconder más de US$ 7,600 millones al Servicio de Recaudación Interna (IRS) a través de depósitos en más de 5,500 cuentas secretas en bancos suizos e israelíes.

Esquivel recibió al menos 34 pagos, aproximadamente del 2009 al 2014, por un total de más de US$ 9.41 millones. En noviembre del 2016, se declaró culpable de complot para realizar actos ilícitos, tentativa de fraude por medios electrónicos y conspiración para lavar dinero. Espera su sentencia.

José Luis Chiriboga recibió 12 pagos por un total de US$ 2.12 millones, de parte de su padre, a partir de cuentas relacionadas con los Jinkis, aproximadamente del 2009 al 2014, señala el comunicado.

Fue acusado en noviembre del 2015 de complot para actos ilícitos, fraude por medios electrónicos y lavado

Jaude obtuvo tres pagos por US$ 1.54 millones en el 2014, a partir de Bayan. En noviembre del 2015, se declaró culpable de complot para actos ilícitos y fraude por medios electrónicos, y espera su sentencia.

Figueredo hizo al menos tres cobros desde el banco en Suiza, por un total de US$ 950,000, de 2012 al 2014. Fue acusado en mayo del 2015 de distintos cargos.