Banco do Brasil
Banco do Brasil

En un contexto de inflación moderada en y en el cual sus principales economías coquetean con la recesión, los bancos centrales se preparan para unirse a de Asia y África y reducir las tasas de interés.

Se espera que Brasil reduzca los costos de endeudamiento la próxima semana por primera vez en más de un año, luego de otra lectura inflacionaria que sorprendió a la baja a los economistas. La desaceleración del índice anual de precios al consumidor de México reforzó la perspectiva de flexibilización monetaria y Perú considera hacer lo mismo.

En otros países de la región, Chile ya sorprendió con una baja de 50 puntos base el mes pasado e indicó que podría suavizar su política monetaria aún más este año. Incluso Paraguay redujo esta semana su tasa clave al mínimo en ocho años, ya que la inflación por debajo del objetivo permitió a la autoridad monetaria del país estimular la debilitada economía.

"Las estrellas se han alineado para que hayan recortes de tasas en América Latina", comentó Alberto Ramos, economista jefe para la región de .

Las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos baje pronto las tasas de interés alienta a los bancos centrales de América Latina a hacer lo mismo. Además, la caída de los índices de inflación es una señal de debilidad económica en la región que, según el Fondo Monetario Internacional, crecerá solo un 0.6% este año, la peor cifra en tres años, marcada por expansiones inferiores a 1% en Brasil y México, sus dos mayores economías.

Sin duda, las tasas de interés de referencia tienen un impacto limitado en muchos países de América Latina, dado que la informalidad suele frenar o mitigar el efecto de las decisiones sobre política monetaria.

Reforma de Brasil
Razones internas también juegan su parte en la perspectiva de tasas más bajas. El Banco Central de Brasil ha señalado que el avance de un proyecto de ley crucial para modificar el sistema de pensiones del país es esencial para que baje la tasa.

La iniciativa superó su primer y mayor obstáculo legislativo este mes y luego de que economistas revisaran a la baja sus estimaciones de crecimiento para 2019 durante cinco meses consecutivos, incluso exautoridades en materia monetaria comenzaron a exigir una flexibilización significativa.

"La economía de Brasil no crece y el balance de riesgos del Banco Central ha cambiado de una manera que permite un recorte de tasa en la próxima reunión", indicó la economista de Bloomberg Adriana Dupita. "Ahora el debate es sobre qué tan intenso será el ciclo de flexibilización, cuánto puede recortar y por cuánto tiempo".

Desaceleración de México
El debilitamiento de las perspectivas de crecimiento de la segunda mayor economía de América Latina abre la puerta a una flexibilización monetaria, posiblemente en agosto, según Capital Economics. Un recorte de tasa puede ser incluso más probable después de que la Fed reduzca su tasa más adelante en el año.

Cambios en la junta gobernadora del Banco de México también pueden tener un impacto, pero es poco probable que ocurran antes del 2021.

"México tarde o temprano bajará la tasa dramáticamente", planteó Edwin Gutiérrez, director de deuda soberana de mercados emergentes de Aberdeen Asset Management, en un correo electrónico. “Mientras tanto, deben convivir con el hecho de que aún tienen tres personas de línea dura en la junta. Eso va a cambiar el año que viene".

La semana pasada, el ente emisor de Chile mencionó que la inflación lenta y el crecimiento débil son señales de que podría ser necesario añadir más estímulo monetario, mientras que su símil peruano también insinuó la posibilidad de implementar un ciclo de flexibilización.

Puede que Colombia se demore más tiempo, pero "se unirá a la diversión", expuso Gutiérrez. Por ahora, las expectativas de crecimiento sostenido y aceleración inflacionaria dan a los responsables de la política monetaria del país menos margen para disminuir la tasa.

La diferencia entre las principales economías de la región la marca Argentina. Su tasa de interés de referencia sigue siendo la más alta del mundo, por encima del 58%, incluso tras caer más de 15 puntos porcentuales desde mayo. El Banco Central ha mantenido una política monetaria muy ajustada, con controles estrictos a la cantidad de pesos en circulación, ya que busca evitar una depreciación de la moneda en el período previo a las elecciones presidenciales de octubre.