Huawei
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La decisión del presidente de Estados Unidos, , de permitir que compañías del país sigan vendiendo productos a se conoció tras una extensa campaña de lobby por parte de la industria de semiconductores estadounidense, que argumentó que la prohibición podría perjudicar a la económica y dañar la seguridad nacional.

En varias reuniones de alto nivel y a través de una carta al Departamento de Comercio, las compañías abogaron por tomar medidas parciales contra Huawei en lugar de la prohibición general impuesta por el gobierno de Trump en mayo. Eso incluye identificar tecnologías específicas a las que no debe tener acceso la empresa china y permitir que las compañías estadounidenses exporten el resto.

La asociación sectorial SIA, un grupo comercial que representa a compañías como Intel, Broadcom y Qualcomm, afirmó al gobierno de Trump que las sanciones contra la compañía china les dará una imagen de socios poco confiables y los pondrá en una gran desventaja a nivel mundial.

Representantes de fabricantes de chips se reunieron el mes pasado con el secretario de Comercio, Wilbur Ross, y su homólogo del Tesoro, Steven Mnuchin, para indicarles que la decisión de ubicar a la compañía en una lista de entidades podría perjudicar al país, según personas familiarizadas con la reunión.

En la carta a la que tuvo acceso Bloomberg News, la SIA añadió que la medida podía marginar a sus miembros de su mayor mercado y reducir su capacidad de inversión. Al mismo tiempo, Huawei podría en muchos casos obtener componentes en otros países, explicaron.

"Las restricciones excesivamente amplias no solo limitan la capacidad de las compañías de semiconductores de EE.UU. para hacer negocios en todo el mundo, sino que también retratan a las compañías de EE.UU. como peligrosas y poco confiables y ponen en riesgo el éxito de esta industria, lo que a su vez afecta a nuestra seguridad nacional", escribió el grupo el mes pasado. Agregaron que el gobierno debe tener en cuenta esos factores al evaluar solicitudes de licencia de empresas estadounidenses.

Tras concluir una reunión de alto nivel con el presidente chino, Xi Jinping, el sábado en Osaka, el mandatario estadounidense admitió que empresas nacionales no estaban satisfechas con su veto a Huawei y comunicó que aceptó permitirles seguir enviando algunos de sus componentes y parte de su tecnología.

Más tarde aclaró que solo les permitirá vender “equipos que no impliquen un gran problema de emergencia nacional”, sin ofrecer más detalles. Los comentarios de Trump generaron confusión en la industria y en analistas y la Casa Blanca aún no ha anunciado detalles sobre el camino a seguir para las compañías estadounidenses que hacen negocios con Huawei.

Los fabricantes de chips se han visto en una situación difícil debido a la disputa comercial y las medidas contra Huawei.

China es su mayor mercado, ya que aporta alrededor de un tercio de los ingresos de estas empresas, que aseveran que no todas las exportaciones a Huawei y sus afiliados suponen un riesgo para la seguridad y que gran parte de lo que se vende allí es fácilmente reemplazable por productos de otros países.

Dado el gran costo de la investigación y desarrollo de chips, seguir sin cumplir sus metas de ingresos podría afectar su competitividad.

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