(Foto: AFP)
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Aunque parezca increíble, en hay burbujas de confort y lujos que contrastan con una sociedad golpeada por la peor crisis económica y social en 20 años de revolución socialista, la cual ha generado brechas cada vez más anchas entre los ricos y pobres del país.

La clase política dominante, cada día más aislada del mundo debido a las sanciones políticas y económicas impuestas por buena parte de las democracias occidentales, se atrinchera en las principales ciudades: Caracas, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto y Puerto Ordaz, reportó

“Viven y comercian con moneda extranjera, compran autos y casas de lujo, se exhiben en comercios llenos de mercancía importada. El resto del país lidia con carencias en los servicios públicos, combustible, transporte así como la falta de alimentos, medicinas y trabajos bien remunerados”, señala el medio en un extenso informe.

La Venezuela empobrecida depende de su moneda local, el bolívar, o de la buena voluntad de algún pariente que, desde el exterior, envíe dinero. No todo el mundo tiene esa fortuna.

Este año se ha marcado la tendencia a la dolarización informal de la economía; con muchos rubros comercializando a través de moneda extranjera, incluso hay quien paga en efectivo. También hay la opción de la transferencia a cuentas internacionales.

Según el economista Asdrúbal Oliveros, el mercado venezolano se segmenta en tres grupos: “El 15 % de venezolanos generan divisas en grandes cantidades y son los que pueden gastar altas cifras de dinero en efectivo o mediante transferencias. Hay otro sector que es entre un 30 y 35% que genera ingreso en dólares: trabajadores de hoteles o restaurantes quienes reciben propinas en efectivo o profesionales quienes prestan algún tipo de servicio, por citar dos ejemplos. Este grupo no cubre todas sus necesidades pero al menos tiene algún ingreso extra que puede ayudar a vivir en hiperinflación. Estos dos segmentos son el 50% de los venezolanos. La otra mitad del país no recibe divisas y depende de sus ingresos en bolívares, de los programas sociales del gobierno como la asignación de bonos y de la compra de comida a precios subsidiados”.

Explicó a Infobae que “el hecho de que haya movimiento de ventas en algunos centros comerciales de las principales ciudades del país no indica que haya una recuperación del consumo o que se haya revertido la cifra de 80% de pobreza en Venezuela. No hay una burbuja en modo alguno porque este es un grupo minoritario”.

El stock de moneda extranjera en efectivo que circula en Venezuela puede estar en el orden de los US$ 2,500 a 3,000 millones. Sobre el origen de esos fondos hay varias tesis: “Vienen del contrabando de oro y de gasolina, tráfico de estupefacientes, sobrefacturación y el subsidio cambiario”, indica Oliveros. Y añade que “un país que sufre hiperinflación termina migrando hacia una moneda dura, porque es más fácil. Te permite mantener valor y los precios en bolívares sufren cambios extremadamente bruscos”.

Oliveros reveló un estudio muy reciente de la firma Ecoanalítica, en donde es director, y que se detectó que Maracaibo se convirtió en la primera ciudad de Venezuela en donde más de la mitad de las transacciones comerciales se pagan en dólares.

“En el país la cifra es de 53.8% y en Maracaibo (occidente) 57%. En el resto de Venezuela cuatro de 10 transacciones se pagan en dólares”.