El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, asiste a una conferencia de prensa conjunta con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en Kiev, Ucrania.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, asiste a una conferencia de prensa conjunta con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en Kiev, Ucrania.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, instó a Rusia a que libere las exportaciones de cereales ucranianos y a Occidente a que permita el acceso a los fertilizantes rusos en los mercados mundiales, para poder luchar eficazmente contra la crisis alimentaria mundial.

Rusia debe permitir la exportación segura de cereales almacenados en los puertos ucranianos”, señaló en una reunión ministerial organizada en Nueva York por Estados Unidos.

Dijo que “se pueden explorar” vías de “transporte alternativas” para la salida marítima de los cereales que se almacenan, en particular, en los silos de Odesa, “aunque sepamos que no bastará para resolver el problema”.

Al mismo tiempo, “los alimentos y los fertilizantes rusos deben tener acceso completo y sin restricciones a los mercados mundiales”, reclamó.

Estos fertilizantes no están sometidos a sanciones occidentales contra Moscú a raíz de la invasión rusa de Ucrania, pero su compra por países extranjeros puede ser bloqueada por las medidas adoptadas contra el sistema financiero ruso, según diplomáticos.

Guterres negocia estos dos asuntos desde hace semanas con Rusia, Ucrania, Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Turquía, que pueden brindar su apoyo para desminar los alrededores de los puertos ucranianos y garantizar el desplazamiento de los navíos.

Tengo buena esperanza, pero queda todavía camino por recorrer. Las implicaciones de seguridad, económicas y financieras complejas exigen la buena voluntad de todas las partes”, declaró.

Y es que “no hay solución eficaz para la crisis alimentaria sin reintegrar en los mercados mundiales, pese a la guerra, la producción alimentaria de Ucrania, así como los alimentos y los fertilizantes producidos por Rusia y Bielorrusia”.

Tras advertir del “espectro de penurias alimentarias mundiales en los próximos meses”, Guterres subrayó que “si no alimentamos a la gente, alimentamos los conflictos”.

Para él, la guerra en Ucrania ha amplificado y acelerado los factores que contribuyen a la crisis alimentaria mundial: cambio climático, pandemia de COVID-19 y desigualdades crecientes entre países ricos y pobres.

La crisis “amenaza con hacer caer a decenas de millones de personas en la inseguridad alimentaria, la malnutrición, el hambre” y “podría durar años”, advirtió.

En solo dos años, el número de personas que sufren seguridad alimentaria grave se ha doblado, pasando de 135 millones antes de la pandemia a 276 millones actualmente”, declaró.