Ya en su último encuentro, el 2 de marzo, la llamada alianza OPEP+ desoyó las voces que le pedían un aumento sustancial de suministros y se limitó a confirmar el modesto incremento que ya estaba previsto para abril, de 400,000 barriles diarios (bd). (Foto: EFE)
Ya en su último encuentro, el 2 de marzo, la llamada alianza OPEP+ desoyó las voces que le pedían un aumento sustancial de suministros y se limitó a confirmar el modesto incremento que ya estaba previsto para abril, de 400,000 barriles diarios (bd). (Foto: EFE)

A dos días de su próxima reunión con Rusia, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) parece decidida a reafirmar su alianza con ese país sin señales de ceder a las presiones para abrir los grifos con el fin de aliviar las tensiones en el mercado energético por la invasión a Ucrania.

La teleconferencia ministerial de la OPEP y diez naciones independientes, entre ellas Rusia, deberá fijar cuál será el bombeo del grupo en mayo.

Ya en su último encuentro, el 2 de marzo, la llamada alianza OPEP+ desoyó las voces que le pedían un aumento sustancial de suministros y se limitó a confirmar el modesto incremento que ya estaba previsto para abril, de 400,000 barriles diarios (bd).

Ese incremento mensual había sido acordado ya en julio del 2021, en una hoja de ruta para recuperar hasta septiembre próximo el nivel prepandémico de producción. Para mayo, el plan prevé una subida ligeramente mayor, de 432,000 bd.

Temor a una escasez

Eso es insuficiente, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que alerta del riesgo de “la mayor crisis de oferta (petrolera) en décadas” a partir de abril.

La AIE estima que habrán desaparecido entonces tres millones de los ocho millones de barriles diarios de crudo que venía exportando Rusia, por el impacto que las sanciones financieras tienen sobre su industria petrolífera.

La invasión rusa de Ucrania ha añadido volatilidad a los precios del petróleo, que siguen firmes por encima de los US$ 100 tras rozar los US$ 140, una cota que no se veía desde el 2014.

El precio del barril del crudo Brent perdía un 4.27% y cotizaba a US$ 105.6 hacia las 12:30 GMT de este martes, mientras en Estambul las delegaciones de Kiev y Moscú informaban de ciertos avances hacia un posible acuerdo que ponga fin a la guerra.

Aliados de Rusia

Mientras, y después de que Estados Unidos y el Reino Unido hayan vetado las importaciones de petróleo ruso, y la Unión Europea (UE) anunciado que reducirá “radicalmente” las suyas, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) defendieron este martes la alianza de la OPEP con Moscú.

Además, dejaron claro que consideran imposible llenar el vacío dejado por Rusia, tercer productor mundial de crudo.

“Produce alrededor de diez millones de barriles diarios, el 10% de lo que consume el mundo, además de una importante cantidad de gas”, recordó el ministro de Energía saudí, Abdelaziz bin Salmán, en la “World Government Summit 2022″, inaugurada este martes en Dubái.

Junto a su homólogo emiratí, Suhail bin Mohammed al Mazrouei, el saudí defendió el carácter “apolítico” del grupo petrolero creado en el año 2016.

Crecientes presiones

Ninguno de los ministros adelantó la posible decisión de la reunión del jueves, si bien en días anteriores algunos se habían mostrado favorables a seguir adelante con el acuerdo vigente.

Con ello, volverían a hacer caso omiso a las presiones occidentales para que adopten medidas capaces de frenar el encarecimiento de la energía.

El pasado jueves, los líderes de los países del G7 (EE.UU., Canadá, Alemania, Japón, Francia, Italia y el Reino Unido) pidieron un aumento de las entregas de crudo y reconocieron el “papel clave” que desempeña la OPEP en la situación actual.

Capacidades limitadas

Según los analistas, muchos productores tienen problemas técnicos en el rendimiento de sus industrias, afectadas por una falta de inversiones que en parte es resultado de la caída de sus ingresos durante la crisis causada por la pandemia del COVID en el 2020.

“Consideramos que Arabia Saudita y los EAU son los únicos grandes productores que pueden aumentar la producción en estos momentos”, dijo Viktor Katona, analista de la consultora vienesa JBC.

Añadió que no se puede “esperar nada espectacular de Irak por el momento”, ya que el país ha sufrido dos descensos mensuales de sus extracciones y se prevé otro en marzo “debido a las tareas de mantenimiento en uno de sus mayores yacimientos (West Qurna-2)”.

Argelia, igual que otros productores africanos, “carece de inversiones para empezar a producir más y, aunque los fondos lleguen, pasarán al menos entre cuatro y cinco años hasta que se materialice el aumento”, alertó el analista.

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