Los inversores esperaban ver la primera reacción de Wall Street a los controles de capital impuestos durante el fin de semana en Buenos Aires. (Foto: Reuters)
Los inversores esperaban ver la primera reacción de Wall Street a los controles de capital impuestos durante el fin de semana en Buenos Aires. (Foto: Reuters)

El peso argentino se apreciaba en los primeros negocios del martes, en su segundo día bajo nuevos controles cambiarios y ante la expectativa de los inversores frente a la reapertura de los mercados de Estados Unidos después de un feriado.

Los bonos del país sudamericano subían en Europa tras caer a mínimos históricos en la jornada anterior y algunas acciones bancarias negociadas en el extranjero registraron ganancias.

Los inversores esperaban ver la primera reacción de Wall Street a los controles de capital impuestos durante el fin de semana en Buenos Aires.

El peso mayorista ganaba un 5.6% en Buenos Aires, a 55.5/55.9 por cada dólar, tras una mejora del 0.9% del lunes, pero en el mercado paralelo, conocido como “blue”, la moneda terminó un 0.79% más débil a 63.5 unidades, divergencia que pone de manifiesto la desconfianza en el precio oficial.

“En general, los controles de capitales tuvieron un impacto positivo en los activos financieros en la rueda anterior, que también estuvo caracterizada por el poco volumen debido al feriado en Estados Unidos. Hoy (martes) se conocerá en profundidad la reacción de los inversores con el mercado global y local operando a plenitud”, dijo la banca de inversión Puente.

El domingo, el Gobierno autorizó al banco central (BCRA) a restringir las compras de dólares para no verse forzado a utilizar tantas reservas internacionales para apuntalar al peso.

La medida significó un giro de 180 grados para el presidente Mauricio Macri, un defensor del libre mercado que abolió los controles de capital después de su llegada al poder a fines del 2015.

Fue el último intento del Gobierno de estabilizar el peso, que solo en agosto se derrumbó un 26.3%, y que ha perdido un 18.9% de su valor desde que el candidato presidencial de la oposición Alberto Fernández emergió como el claro favorito en las elecciones primarias del 11 de agosto.

Fernández y su compañero de fórmula, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, son considerados con una perspectiva de riesgo para los inversores, que temen que Argentina pueda volver a las políticas intervencionistas que llevó adelante la exmandataria en sus gestiones anteriores (2007/2011 y 2011/2015).

Las medidas de Macri despertaron temor en algunos ahorristas que desde el lunes acudieron a los bancos a retirar sus depósitos. La afluencia de clientes creció abruptamente en las diferentes sucursales, reconocieron fuentes bancarias, incluso con algunos límites a la hora de retirar dólares por falta de efectivo.

En las crisis de 1989/1990 y de 2001/02, muchos ahorristas perdieron su dinero por el congelamiento y confiscación de depósitos, recuerdos aún vivos en las calles del centro financiero de Buenos Aires.

El lunes, el presidente del banco central, Guido Sandleris dijo que el sistema financiero “está sólido” y que la entidad mantendrá su estricta política monetaria, a pesar de las medidas de restricciones cambiarias.

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