S&P estima que la economía británica perdió alrededor de 3 % del PBI en los 10 trimestres que siguieron a la celebración del referéndum europeo de junio del 2016.
S&P estima que la economía británica perdió alrededor de 3 % del PBI en los 10 trimestres que siguieron a la celebración del referéndum europeo de junio del 2016.

La agencia considera que el riesgo de que el Reino Unido salga de la (UE) sin acuerdo es “alto” y anticipa una reducción del PBI de 2.8% en el 2020 en el caso de que se produzca un Brexit duro.

La agencia de calificación de riesgos ha llevado cabo un informe en el que parte de la base de que este país no abandonará el bloque comunitario sin consenso con Bruselas pero reconoce que el riesgo de que se produzca una salida abrupta de la UE "continúa siendo alto".

En el caso de un , S&P pronostica una contracción del Producto Bruto Interno (PBI) nacional de 2.8% para el 2020 y señala que en el 2021 la producción podría ser 4.7% más baja que en el escenario de una salida pactada con la UE.

También estima que la perdió alrededor de 3 % del PBI en los 10 trimestres que siguieron a la celebración del referéndum europeo de junio del 2016.

La agencia advierte además de que un divorcio a las bravas podría derivar en varias rebajas de calificación, perspectivas negativas o medidas de observación de crédito (creditWatch) sobre aquellos con margen de rating insuficiente para capear las alteraciones o ralentizaciones económicas derivadas de ese supuesto.

En su informe, la agencia apunta que tras tres años de debate político en el Reino Unido que han “casi paralizado las políticas del gobierno”, llegar a un compromiso con la UE sigue siendo un desafío, dado el número de accionistas, la complejidad que implica y el calendario ajustado.

“El fracaso en llegar a un acuerdo” implica que la probabilidad de un Brexit salvaje “siga siendo significativa y no deba descartarse”, destaca el documento.

La actual calificación de riesgo de la agencia sobre la posibilidad de una salida no negociada el 31 de octubre, "incorporando la valoración de la probabilidad como del impacto, sigue siendo alta".

En la práctica, lo que esto implica, explica S&P, es que “donde las entidades evaluadas tengan margen insuficiente de calificación para capear una ralentización económica relacionada con un Brexit sin acuerdo, o se produzca alguna inevitable alteración a corto plazo a la que ciertos sectores estarían expuestos, podría garantizar una perspectiva negativa, un ‘CreditWatch’ y, en ocasiones, una rebaja del rating”.

S&P agrega que esto “variará según las industrias y tendrá en cuenta las fortalezas y debilidades de cada entidad evaluada”.

También actualiza lo que publicó en un documento divulgado en febrero de 2019, señalando los principales riesgos de calificación por sectores en un Brexit duro, que son: soberanía, infraestructuras, instituciones financieras, el sector público británico y las aseguradoras.