La mejor manera de describir las estadísticas económicas modernas es como una obra en curso. Conforme las oficinas nacionales de estadística reciben nueva información, actualizan y ajustan las cifras publicadas con anterioridad. El retrato de la economía poco a poco deja de ser borroso; en un principio, parece más una imagen salida de una polaroid antigua que una foto tomada con un teléfono móvil moderno.