Tanto las empresas estadounidenses como chinas confían en Taiwán para el suministro de chips, lo que aumenta su potencial como causa de conflicto. (Foto referencial: Bloomberg)
Tanto las empresas estadounidenses como chinas confían en Taiwán para el suministro de chips, lo que aumenta su potencial como causa de conflicto. (Foto referencial: Bloomberg)

El auge tecnológico de China, provocado por un estado autoritario que guía activamente una base industrial orientada al mercado con acceso a líneas de suministro globales, es diferente a todo lo que se ha visto en el contexto histórico. Eso no necesariamente lo hace imparable o un éxito mundial. Pero la posibilidad de que proporcione una ventaja definitiva en tecnologías vitales para el éxito en el siglo XXI pone ansioso a Occidente.