Por Andrea Felsted
No nos vamos de vacaciones de verano (en Europa). Esa es la desafortunada consecuencia de las últimas restricciones de viaje del Reino Unido.
Justo cuando la confianza comenzaba a regresar al mercado de vacaciones en el extranjero, Gran Bretaña desaconsejó todos los viajes, excepto los esenciales, a España, para luego, el lunes por la noche, agregar las islas Baleares y las Canarias a la lista.
En medio de lo que normalmente sería la temporada alta de vacaciones de verano, esto es un desastre para operadores turísticos como TUI AG, que es la compañía de paquetes turísticos más grande del mundo, On the Beach Group Plc y Dart Group Plc, propietaria de Jet2.
Estamos justo en medio del período de reservas de última hora, comprendido entre junio y finales de agosto, donde la gente en Europa reserva sus vacaciones con un día a seis semanas de anticipación. Este período puede representar hasta una cuarta parte de todas las reservas y tiende a ser más rentable en un año normal, ya que los precios son más altos mientras más se acerca la fecha del viaje.
Hasta el anuncio del fin de semana, las señales de que los viajes de verano se reanudarían en Europa eran buenas. Hubo una gran demanda de propiedades vacacionales en el país, como las ofrecidas por Airbnb Inc., mientras que algunos viajeros se aventuraban más lejos.
Pero los temores de una segunda ola del virus, luego de que se informaran fuertes brotes en España y Bélgica, están poniendo en peligro una incipiente recuperación. Las directrices del Reino Unido para los viajes son un mal augurio para las vacaciones de verano en toda Europa.
Primero están las implicaciones prácticas. En el Reino Unido, cuando el Gobierno desaconseja todos los viajes, excepto los esenciales, los operadores turísticos cancelan las vacaciones y los clientes tienen derecho a un reembolso completo. TUI señaló el sábado que permitiría que aquellos que viajan a todas partes de España entre el 27 de julio y el 9 de agosto cancelen o modifiquen sus vacaciones para otro destino o fecha, y reciban un reembolso completo o crédito.
Esta salida de efectivo se produce justo cuando este y otros operadores comenzaban a reanudar sus programas de verano y a gastar en marketing, además de asumir compromisos para vuelos y habitaciones de hotel.
TUI es particularmente vulnerable a los cambios en las directrices sobre España, ya que este es el principal destino para los turistas británicos y alemanes, que representan aproximadamente la mitad de sus clientes. El grupo estaría en problemas aún mayores si otros países, como Alemania, siguen el ejemplo del Reino Unido e implementan restricciones de viaje para España.
Pero el mayor efecto del anuncio del Reino Unido será en la confianza de los consumidores. Incluso si el país reduce las restricciones, es posible que el daño ya esté hecho.
Además de los riesgos para la salud, las personas pueden estar preocupadas por el hecho de que el consejo sobre España llegó con poca antelación. No poder viajar en el último minuto, quedar atrapado en un destino lejos de casa y verse obligado a realizar una larga cuarentena repentinamente se han vuelto a convertir en situaciones posibles.
Eso no inspira confianza para reservar unas vacaciones. Peor aún, aumenta el riesgo de que el temor pueda extenderse más allá de la temporada alta de verano hasta los períodos de vacaciones de otoño e invierno en el hemisferio norte, que parecían prometedores.
Parte del dinero que se habría gastado en vacaciones en España podría llegar a las economías nacionales. Pasar las vacaciones dentro del país ya parecía una alternativa atractiva para los británicos, gracias a que los hoteles redujeron sus precios en respuesta a un nuevo recorte del IVA.
Es posible que las personas también quieran aprovechar la iniciativa del Reino Unido de “comer fuera para ayudar”, en la que los restaurantes pueden ofrecer comidas a mitad de precio de lunes a miércoles durante agosto.
Pero según analistas de Bernstein, la última vez que hubo un aumento en las vacaciones, después de que Gran Bretaña votó por abandonar la Unión Europea en el 2016, solo 60% del dinero que se habría gastado en el extranjero llegó a la economía británica.
Este año, el déficit en la cantidad repatriada podría ser aún más grave, ya que muchas más personas están evitando los viajes al extranjero y algunos aún podrían sentir temor de pasar días fuera o comer fuera de casa. También podría haber una escasez de propiedades vacacionales disponibles en el Reino Unido para agosto.
Así es que esperemos que la advertencia del Reino Unido sobre España no presagie medidas más amplias en toda Europa para mantener a los consumidores en casa y proteger las economías nacionales. Una estrategia de ese tipo podría no funcionar, y dejaría una gran huella tanto en los operadores turísticos como en los turistas.