Venezuela
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en gran parte del país hasta la tarde del martes, lo que forzó al Gobierno a suspender por un día la jornada laboral y las clases para intentar restablecer totalmente el servicio, afectado según la ilegítima administración de por un "ataque" al sistema eléctrico.

La tarde del lunes, una falla dejó sin luz a la mayoría de los 24 estados del país por unas cinco horas. Por la noche, tras el restablecimiento parcial del servicio, la luz se volvió a ir y el martes gran parte del país seguía sin suministro eléctrico, según testigos de Reuters y usuarios en redes sociales.

Al mediodía, algunas zonas empezaron a recibir el servicio nuevamente.

"Los criminales generaron un incendio en el patio de 765 kva de Guri con la intención aviesa de dañar de modo definitivo la generación y transmisión de la carga", dijo el ministro de Comunicación Jorge Rodríguez, en referencia al mayor complejo hidroeléctrico de Venezuela, que proporciona cerca del 70% de la energía del país.

Rodríguez precisó que la falla afectó a tres líneas de transmisión muy importantes y compartió fotos y un video en su cuenta de Twitter de un incendio en la zona.

"La derecha no tiene límites en su ambición y afán homicida", escribió el funcionario, quien agregó que la electricidad se estaba recuperando en "tiempo récord" y ya estaba llegando a Caracas.

Las instalaciones eléctricas venezolanas están militarizadas desde el 2013 y su acceso está restringido.

Especialistas sostienen que los cortes de luz son producto del deterioro en el servicio tras años de falta de inversión desde que, en el 2007, el fallecido presidente Hugo Chávez nacionalizó el sector eléctrico.

Molestias
En Caracas, los locales comerciales, bancos y colegios estaban cerrados y el transporte público trabajaba al mínimo. El metro y los ferrocarriles no operaban.

Como las líneas telefónicas e internet presentaban fallas, algunos no se enteraron de la medida gubernamental de cancelar la jornada laboral por 24 horas y acudieron a sus centros de trabajo sólo para encontrarlos cerrados.

"La calidad de vida que tenemos en el país está por el piso", se quejó Yolanda González, una asistente dental de 50 años, quien esperaba el transporte público para ir a trabajar en una zona de clase media de Caracas, sin saber si el consultorio estaría abierto.

"¡Cómo me voy a enterar si no hay luz, no hay internet! Lo que hago es gastar en pasaje", agregó al ser consultada si había oído del aviso oficial de suspensión laboral.

La falta de luz también afectaba el servicio de agua potable, dejaba hospitales sin energía y generaba el colapso de la banca electrónica, vital por la escasez de efectivo en un país con hiperinflación.

"El Gobierno sólo culpa a los demás, ¿por qué ellos tienen que echarle la culpa a los demás y no asumen su responsabilidad?", se preguntó Luis Delgado, de 61 años, mientras esperaba el transporte público en la ciudad fronteriza de San Cristóbal, que llevaba 10 horas sin servicio eléctrico.

Cerca del mediodía la luz empezaba a regresar a algunas zonas del país.

Las operaciones en el principal terminal de exportación de petróleo, Jose, fueron afectadas por los cortes de luz, dijeron trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). El resto de la industria petrolera, que cuenta mayormente con suministro propio, no reportaba fallas.