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Una lucha por el poder y un rastro de ventas de petróleo impagas llevaron a la élite gobernante de Venezuela a deshacerse de un miembro de su propio círculo íntimo esta semana, mientras el Gobierno trata de recuperar miles de millones en ingresos petroleros faltantes.
La renuncia el lunes del ministro de Energía, Tareck El Aissami, se produce después de meses de estrecha supervisión por parte de la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, la funcionaria más poderosa del régimen después del presidente Nicolás Maduro.
La oficina de Rodríguez fue encargada de rastrear los cargamentos de petróleo no pagados, según personas con conocimiento del asunto, que pidieron no ser identificadas por tratarse de conversaciones confidenciales. Rodríguez asumió el cargo después de que una auditoría interna revelara un agujero financiero en la petrolera estatal, la fuente de financiamiento más importante del Gobierno.
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La mayoría de los pagos faltantes datan de entre 2020 y 2022, cuando Venezuela buscó nuevos intermediarios para ayudar a evadir las sanciones de Estados Unidos y el comercio, envío y venta de su petróleo, dijeron las fuentes.
Esto desencadenó una amplia investigación por corrupción, en la que al menos 19 personas han sido detenidas, entre ellas jueces, funcionarios electos y el director del criptoregulador del país.
El Aissami fue durante mucho tiempo aliado de Maduro y durante años fue la persona más poderosa en el sector petrolero de Venezuela.
El Gobierno estadounidense lo acusó de supervisar toneladas de envíos de cocaína desde bases aéreas y puertos venezolanos, y ofreció una recompensa de US$ 10 millones por información que condujera a su captura.
“El nivel de soborno que se considera aceptable puede haber cambiado dado lo mucho que la economía se ha contraído en los últimos años, y cómo las elecciones de 2024 significan que Maduro necesita dinero para reactivar la economía y asegurar los votos”, escribió Nicholas Watson, analista de riesgo político de la consultora Teneo Holdings, en una nota de investigación.
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La acelerada purga se produce en medio de una lucha de poder entre altos funcionarios del Gobierno, como Rodríguez, que favorecen la liberalización de la economía, y los partidarios de la línea dura que favorecen un modelo socialista más estricto.
En los últimos años, el Gobierno recortó drásticamente el gasto, puso fin a la hiperinflación y permitió la libre circulación de dólares, todo lo cual ayudó a la economía a salir de una de las recesiones más profundas de la historia mundial y volver a niveles modestos de crecimiento. Pero algunas de estas medidas han provocado la reacción de los radicales del partido gobernante y de los militares, que las consideran una traición al legado del expresidente Hugo Chavez.
Rodríguez, que también es ministra de Finanzas, estaba vigilando cada vez más de cerca el comercio y las finanzas de la petrolera estatal PDVSA, dijeron personas cercanas al asunto. Su implicación propició el nombramiento de un tecnócrata del sector petroquímico, Pedro Tellechea, como titular de PDVSA en enero de este año.
Productor en crisis
Para tratar de apuntalar las debilitadas finanzas de la petrolera estatal, Tellechea detuvo los contratos en curso pocos días después de asumir el cargo en enero.
Desde entonces, Rodríguez se ha convertido en la encargada de facto de aprobar todas las nuevas operaciones de PDVSA, firmando todos los nuevos contratos junto con Tellechea, según las personas citadas.
Este nuevo control y supervisión de las finanzas de PDVSA provocó tensiones entre Rodríguez y El Aissami.
En una reunión celebrada la semana pasada, Rodríguez informó a El Aissami del inicio de una investigación sobre las acusaciones de corrupción dentro de PDVSA, dijeron personas al tanto del encuentro.
El Aissami, los funcionarios de prensa de PDVSA, el Ministerio del Petróleo y la vicepresidencia no respondieron a la solicitud de comentarios.
Criptomonedas
En un anuncio realizado a última hora del martes, Maduro dijo que Tellechea había sido nombrado ministro de Petróleo y también permanecería como titular de PDVSA en medio de un “proceso de transformación” en la industria petrolera.
No está claro si El Aissami se mantendrá como vicepresidente para la economía, donde ha tenido amplias facultades, incluyendo la capacidad de determinar los presupuestos de los ministerios y la adquisición de empresas privadas.
El titular de la agencia de supervisión de criptomonedas del país, Joselit Ramírez, también se vio envuelto en el caos, ya que gestionaba los pagos de criptomonedas a las agencias estatales, incluidos los fondos de la industria petrolera recibidos a través de criptomonedas.