"Mientras tanto, el gobierno debe persistir en la recuperación del orden interno e informar adecuadamente a la comunidad internacional sobre los hechos y actores de la rebelión en marcha". (Foto por Juan Carlos Cisneros | AFP)
"Mientras tanto, el gobierno debe persistir en la recuperación del orden interno e informar adecuadamente a la comunidad internacional sobre los hechos y actores de la rebelión en marcha". (Foto por Juan Carlos Cisneros | AFP)

El Perú afronta el ataque concertado de fuerzas, en su mayoría informales, agrupadas en el sur del Perú. Éstas han sido movilizadas por azuzadores políticos profesionales, líderes sindicales, autoridades regionales y agentes del narcotráfico y de la minería ilegal. Su vínculo con asociaciones más organizadas, tejidas durante el gobierno de Pedro Castillo, ligadas a Perú Libre (el original partido de gobierno) e influidas, en no escasa medida, por operativos del MAS boliviano y del proyecto Runasur de Evo Morales no puede ser desconocida ni minimizada.