Bolsas plásticas (Foto: Andina)
Bolsas plásticas (Foto: Andina)

Desde hace varios días vienen señalando que estoy en contra de regular el plástico de un solo uso. Nada es más alejado de la realidad. Se plantea que si no estoy a favor de la forma del dictamen propuesto por la Comisión de Pueblos Andinos, debo estar en contra del fondo del asunto.

Aclararé las dudas, pues ya llegamos a un consenso importante. El Minam, la sociedad civil, la industria y los legisladores seguirán conversando.

El dictamen señalaba, por ejemplo, que las botellas de tereftalato de polietileno deben tener obligatoriamente 25% de material reciclado. Ojo, solo las botellas de bebidas. No era claro por qué se excluían otras como las de aceite o champú. En Perú, solo hay un proveedor apto. ¿No estaríamos entregando un monopolio?

En consenso se decidió exigir 20% de material reciclado en todas las botellas de plástico, ya no solo de bebidas. ¿Se benefician las grandes industrias? No. Me preocupa que se dañe a la pequeña que lucha por ser formal.

De otro lado, se prohibía usar bolsas de acarreo en lugares comerciales, proponiendo las reutilizables. ¿Estoy a favor? Sí. Entonces, ¿por qué me critican? Por ir más allá.

Se importa cerca de un millón de kilos de materia prima (resina de plástico). Las bolsas significan el 0.77% de la producción de plásticos en el país. Y solo 25% está en supermercados o grandes comercios. El 75% restante está en tiendas de abasto, donde circulan bolsas sin marca. Recordemos que alrededor del 50% del mercado de plástico es informal.

Otro consenso: involucrar a las municipalidades, no presentes expresamente en el primer dictamen, como aliados. Pueden instalar maquinaria para convertir el plástico reciclado en materia que adopte formas como la del ladrillo. En Loja, Ecuador, ya hay una experiencia.

El CEO de Plastic Bank, Shaun Frankson, resalta que la basura existe porque no se le da valor, ni económico ni social. La propuesta presenta el Blockchain. Con el sistema, cada reciclador accedería a pagos en un centro de acopio. Así se acaban las mafias.

Los legisladores podríamos derogar la Ley de la Gravedad, pero no por eso flotaremos mañana. La viabilidad de las propuestas es clave.

Por Pedro Olaechea
Congresista de la República