Produce. (Foto: USI)
Produce. (Foto: USI)

LA SALIDA DE CÓRDOVA. En apenas 23 días, el Gabinete Villanueva ha tenido su primera baja. El ministro de la Producción, deja el Gabinete debido a la controversia generada al ofrecer la salida del viceministro de Pesca a cambio de que los pescadores artesanales le dieran una tregua y no iniciaran la huelga anunciada.

Sin duda, la forma en que el exministro Córdova afrontó esta denuncia fue muy mala. Primero trató de negarla, luego afirmó que el viceministro ya había renunciado y, en última instancia, buscó excusarse en la ilicitud de la grabación sin ninguna intención de responder por el fondo de los hechos, faltando a la verdad en cada una de sus afirmaciones.

Lamentablemente, su salida era la crónica de una muerte anunciada. Desde un inicio, las críticas a su designación no se hicieron esperar y las primeras declaraciones de Córdova solo confirmaron la idea de que él estaba más interesado en la cartera de Economía que en la suya propia, a tal punto que en una entrevista dada a Gestión tuvo que aclarar que no le interesaba el despacho del jirón Junín.

Frente a lo sucedido, queda destacar la rápida reacción del Ejecutivo, que aprendiendo de los errores de PPK no ha esperado demasiado para retirar del equipo a quien estaba generando más restas que sumas.

Lo sucedido con Córdova debe poner una señal de alerta frente al cuidado que se debe tener al seleccionar a un funcionario. Es verdad que no siempre es fácil convencer a los mejores candidatos para integrar un Gabinete, sin embargo, es preferible demorar un poco la selección y cruzar información desde varios frentes sobre la persona elegida, antes de su nombramiento, para evitarse sorpresas desagradables luego. Esta recomendación aplica también para los partidos políticos, pues los hechos están demostrando que no se han tomado ni las mínimas precauciones al momento de seleccionar candidatos para el Congreso.

Lo sucedido también debería llevar al Gabinete a definir cómo actuar frente a la presión social. ¿Hasta dónde está permitido negociar en el caso de una huelga?, ¿el fin último de la paz social permite ofrecer la cabeza de un viceministro o un ministro? Dado que en la mayoría de sectores pueden darse conflictos sociales, sería interesante conocer la línea que seguirá el Ejecutivo en esta materia.

Si el interés por nombrar a un sucesor para Daniel Córdova hace que el Ejecutivo tome lo que tiene más a mano —como, por ejemplo, el viceministro de Pesca Javier Atkins— sin hacer una cuidadosa selección, significará que no aprendió la lección.