Redacción Gestión

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PERSPECTIVAS. Gestión realizó la mesa redonda "Estancamiento o recuperación: qué esperar para el 2015", con , Alonso Segura, y un grupo de destacados economistas nacionales. La conclusión principal del diálogo fue que el 2015 será un año con bastante incertidumbre; no obstante, puede ser mejor que el 2014. Veamos.

Desde el contexto internacional se vislumbran varios riesgos. Uno de ellos es un crecimiento menor al esperado de nuestros socios comerciales más importantes, , que estima crecer cerca al 7%. Otro riesgo –relacionado al primero- es que los precios de los commodities continúen con una tendencia a la baja. Está claro que el "superciclo" de los commodities ha terminado; lo que no está claro es por dónde se estabilizará. Por último, está el impacto que tendrá la decisión de la Fed de subir su tasa de interés y el nerviosismo en el mercado mientras decida no hacerlo (fácilmente podría empujarse hasta el 2016).

En el escenario interno la cosa es un poco más predecible, pero no es muy diferente. La inversión pública, una herramienta en la que el Gobierno está poniendo bastante énfasis, es realmente una incógnita, pues el 2015 será el primer año de las autoridades regionales y municipales. De acuerdo al MEF, no obstante, el gasto estará enfocado hacia el mantenimiento y construcción de obras de menor escala, dos actividades relativamente sencillas. Por el lado de la inversión privada se espera que las medidas adoptadas a lo largo del año impacten positivamente en las expectativas de los ciudadanos y, así, la inversión se recupere. Pero, ¿en cuánto? No se sabe.

Ahora, las medidas que ha adoptado el Gobierno son, en su mayoría, positivas y ayudarán a darle un impulso a nuestra economía. Eso no significa, sin embargo, que no quede mucho por hacer.

El Poder Ejecutivo tiene la tarea de seguir diseñando propuestas. Pero su trabajo no termina ahí. También debe dedicarse a crear los consensos políticos para que estas medidas sean aprobadas en el Congreso. De igual manera, los líderes de la oposición deben tratar –aunque les cueste- de poner al país por delante de sus aspiraciones políticas de cara al 2016. Como fuimos testigos con la ley del empleo juvenil, la campaña ya comenzó.