El primer ministro, César Villanueva, señaló que muchas exoneraciones "deben irse".  (USI)
El primer ministro, César Villanueva, señaló que muchas exoneraciones "deben irse".  (USI)

REFERÉNDUM CONSTITUCIONAL. El anunció del mandatario de modificar la Constitución vía consulta popular, no solo sorprendió a los ciudadanos y al Congreso, sino también a su equipo ministerial, empezando por el premier Villanueva, quien en un primer momento aseguró que esa medida se aplicaría solo si el Parlamento no se apuraba con las reformas y luego ha tenido que cambiar de opinión y señalar que dicha acción sí se va a realizar.

Esta reacción del premier deja algunas dudas en el aire, ¿con quién debatió el presidente sobre la posibilidad o conveniencia de utilizar el referéndum para una reforma constitucional? Aunque Villanueva ha señalado que fue una idea de Vizcarra, sería importante saber si la propuesta ya está definida o aún es materia de redacción en el Ejecutivo.

El mandatario ha planteado utilizar el artículo 206 de la Constitución que establece que: “Toda reforma constitucional debe ser aprobada por el Congreso con mayoría absoluta del número legal de sus miembros, y ratificada mediante referéndum” en los temas de reestructuración del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), la reelección de congresistas, el financiamiento de partidos y la bicameralidad. Ante su propuesta algunos parlamentarios, olvidando las reglas constitucionales, se han apresurado a señalar otros temas que también podrían ser incluidos en esta consulta: como retirarse de la CIDH, establecer pena de muerte para violadores y la posibilidad de poner la publicidad en instituciones privadas.

Es verdad que el presidente ha recogido la percepción de un gran sector de la población que se siente hastiada y defraudada por sus autoridades y que no dudarían en respaldar sus iniciativas. Sin embargo, es importante que desde el Gobierno venga también la cuota de serenidad que estos difíciles momentos requieren. Hay temas prioritarios que sí requieren celeridad en su aprobación como la reforma del CNM, pues actualmente no hay una entidad que realice nombramientos y destituya a los malos jueces, salvo que se quiera volver a nombrar a los miembros del CNM con las reglas vigentes. En este punto, sin duda, será muy fácil conseguir los votos en el Congreso para aprobar la norma y someterla a referéndum en los próximos meses.

La reforma política planteada requiere un análisis más amplio para sopesar ventajas y desventajas de los proyectos que presente el Ejecutivo. No siempre la voz del pueblo es la voz de Dios, y abierta la posibilidad del uso del referéndum nada podría evitar que quienes hoy apoyan su aplicación, busquen luego usarlo para muchos temas más.