(Foto: Congreso de la República)
(Foto: Congreso de la República)

PELIGROSO SENDERO. En el Perú y en muchos otros países, los pobladores confinados en sus viviendas salen a sus ventanas a las 8 p.m. para aplaudir a los trabajadores esenciales; es decir, aquellos que a pesar del riesgo de contraer el covid-19 tienen que seguir laborando. Aparentemente, los congresistas peruanos sienten la necesidad de ser considerados esenciales y recibir el aplauso del público. Los proyectos de ley e iniciativas de corte populista que han sido aprobados o esperan su turno son prueba de ese afán por “salir en la foto”.

La noche del viernes, 105 votaron a favor del retiro del 25% del fondo en las AFP (solo cuatro en contra), y se vitorearon a ellos mismos. Quizás sirvió de algo la presencia, días antes, de la ministra de Economía y de los jefes del BCR y la SBS, pues la norma aprobada contiene limitaciones, como un retiro máximo de 3 UIT (S/ 12,900) y plazos de entrega, pero hicieron oídos sordos a las proyecciones que esos funcionarios les presentaron para explicarles los riesgos de una medida sujeta a ningún análisis económico-financiero serio.

Pero no fue el único proyecto de ley aprobado en esa sesión. También lo fue la suspensión del cobro de peajes en todas las carreteras del país. Dado que ya hay peajes suspendidos, en vías administradas por el Estado, esa norma estaría orientada a las que están a cargo de concesionarios privados. El problema es que tales empresas podrían considerar que sus contratos de concesión han sido vulnerados y, por ende, recurrir al arbitraje internacional. Ni el Ministerio de Transportes ni la entidad reguladora (Ositran) habrían sido consultados.

Otras muestras de esa actitud son la promulgación de una autógrafa aprobada por el anterior Congreso sobre el uso de armas letales por las fuerzas del orden, y los numerosos proyectos de ley que, además del favor popular, tendrían como objetivo construir candidaturas para el 2021. Entre ellos, figura la pena de muerte para presidentes y altos funcionarios corruptos en situación de emergencia, la repatriación de extranjeros residentes afectados por la emergencia sanitaria (o sea, venezolanos) y la moratoria general a favor de personas naturales y jurídicas de pagos de créditos, servicios públicos, impuestos municipales, pensiones escolares y de educación superior, y alquileres. Hay congresistas que creen que el Fisco tiene recursos infinitos y puede hacerse cargo de todo.

Si esta intransigencia continúa, el Ejecutivo tendrá que añadir una función adicional a su recargada agenda en esta crisis: observar autógrafas enviadas por el Congreso. El Tribunal Constitucional también deberá estar listo