El presidente Martín Vizcarra respondió a las críticas a los proyectos de ley presentados por el Ejecutivo para convocar a un referéndum. (Foto: USI)
El presidente Martín Vizcarra respondió a las críticas a los proyectos de ley presentados por el Ejecutivo para convocar a un referéndum. (Foto: USI)

REFORMAS. Al presidente Martín Vizcarra no le quedará más remedio que introducir más reformas. Los analistas coinciden en que el mandatario tendrá que seguir esa ruta para mantener su aceptación en las encuestas –y evitar una arremetida del fujimorismo–, luego de que se realice el referendo del 9 de diciembre. Hay tanto por reformar que lo complicado será priorizar.

Lo crucial es apuntalar un indicador del que hoy se habla mucho: el PBI potencial, que es el que puede generarse a partir del uso eficiente y sostenido de los factores de producción. Según explica el BCR, su crecimiento refleja el aumento del empleo, del capital y de la productividad de ambos factores. La autoridad monetaria estima que el crecimiento del PBI potencial ha pasado de 5.6% en el periodo 2001-2010 a 3.7% para el periodo 2016-2020, debido principalmente a la menor contribución de la inversión y de la productividad.

El análisis del BCR indica que el PBI potencial se reforzó gracias a las reformas estructurales de las décadas de 1990 y 2000, y que también fue impactado significativamente por el aumento de los precios de los commodities a principios de la presente década, ya que se tradujo en mayores inversiones. En consecuencia, es claro que para recuperar el crecimiento potencial de la década pasada hay que emprender las reformas estructurales pendientes. El BCR propone ocho áreas en las que ha habido menos progreso, pese a que tienen un alto impacto sobre la productividad total.

No son únicamente medidas de política económica –mercado laboral, infraestructura, desregulación y costos logísticos–, sino también sociales y políticas –educación, fortalecimiento de las instituciones, digitalización del Estado y sistema de justicia–. Solo se está avanzando en la educación, pues en las otras áreas los intentos de mejora han sido tímidos o se paralizaron tras un inicio prometedor. Esperemos que eso no ocurra de nuevo, por ejemplo, con la reforma del sistema de justicia, pues como subraya el BCR, se requiere que sea “predecible, expeditivo y transparente” a fin de facilitar y promover la inversión privada.

Se trata de un enorme desafío de política gubernamental, y si bien el Gobierno acaba de promulgar decretos legislativos en el marco de las facultades delegadas, la experiencia demuestra que, por sí solas, las leyes no generan cambios –es necesario impulsar su implementación–. En marzo, cuando Vizcarra asumió la presidencia, se pensaba que encabezaría un Gobierno de transición, pero después del 28 de julio, se ha mostrado dispuesto a asumir retos. El análisis del BCR puede servirle de guía para continuar en esa dirección. El PBI potencial lo necesita.