BARÓMETRO. La última edición del Barómetro de CEO, estudio que Gestión presenta junto a Ipsos mes a mes, muestra que las medidas económicas planteadas por el Gobierno no han logrado calar en los empresarios. Así, un 63% de CEO consideran que estas tendrán un efecto “limitado”, mientras que para un 32% no tendrán ningún efecto.

Si se mira a nivel sectorial, los empresarios del sector inmobiliario, turismo y agroexportador son quienes más se sienten relegados por el poco interés que perciben del Gobierno.

Desde su mirada, es necesario un mayor impulso de infraestructura para “conectar aeropuertos a las ciudades a través de buenas carreteras”, según afirma Juan Stoessel, CEO de Casa Andina. Asimismo, consideran fundamental la lucha frontal contra las mafias de traficantes de terrenos. “Debería haber una división especial contra el tráfico de tierras”, sostiene José Espantoso, presidente de la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú. Además, reclaman mayor celeridad en las obras preventivas de cara al fenómeno de El Niño. “En la misma ciudad aún no se hace nada. No vemos maquinaria en la parte agrícola. La descolmatación es necesaria. Hay gente que, por ir a trabajar, puede morir”, dice Juan Ardiles, gerente zonal en Piura de NatuPerú (Gestión 16.08.2023).

Esta percepción es peligrosa, pues no ayuda a generar confianza en el sector empresarial, un factor indispensable para la inversión privada que tanto requiere el país. Una muestra de ello es que apenas un 18% considera que su empresa contratará más trabajadores en los próximos seis meses, mientras que un 30% afirma que reducirá personal. Peor aún, si se les plantea la pregunta respecto a las inversiones de sus empresas, apenas un 27% cree que invertirá más, mientras que un 20% invertirá menos.

Tanto la población como los empresarios aspiran a cerrar un 2023 en las mejores condiciones posibles. Sin embargo, para lograrlo, es necesario que cambie la situación económica del país y eso pasa indispensablemente por una mayor inversión privada que genere empleo.

Le corresponde al Gobierno trabajar para generar todas las condiciones necesarias que logren que el país salga de la “trampa del ingreso medio” y permitan el círculo virtuoso de crecimiento de la inversión y crecimiento del empleo.