El reciente anuncio del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) sobre el corte de agua que afectaría hasta 22 distritos de la capital esta semana difícilmente pudo llegar de peor forma. Pese a tratarse de un tema tan importante y que afectaría a tantas personas, la empresa estatal decidió advertir a la ciudadanía sobre esta contingencia no a través de una campaña comunicacional cuidadosa y que considere varios canales, sino que lo dejó saber de pronto el último domingo a través de dos escuetos mensajes en su cuenta de Twitter (ahora X).

En dichos mensajes, Sedapal se limitó a confirmar los rumores que circulaban sobre un posible corte explicando que se ejecutaría “próximamente la interrupción del servicio en algunos distritos de la capital” debido a “trabajos para mejorar el servicio de agua potable para la zona sur de Lima”. A estos anuncios solo sumó la promesa de que mayores detalles sobre el plan de contingencia se brindarían el miércoles.

Como era de esperarse, la poca claridad del anuncio –que rápidamente se hizo viral– generó una gran confusión e inmensa preocupación en miles de limeños. Y es que era lógico: para ese momento, no se sabía qué distritos serían afectos, cuánto duraría el corte ni se conocía con exactitud el motivo por el cuál tenían que hacerse esas interrupciones.

Recién el lunes comenzamos a tener detalles más claros sobre todas esas interrogantes, aunque varios de estos llegaron desde el Ministerio de Vivienda, más que desde Sedapal. De hecho, la ministra de Vivienda también criticó a Sedapal e hizo saber que su sector se enteró del plan de corte por la publicación en Twitter.

Así, solo tras la intervención del ministerio de Vivienda y de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento supimos que el motivo detrás del corte era efectivamente uno importante: la instalación de nuevas tuberías que beneficiarán con un mejor servicio a 4 millones de personas en la zona sur de Lima. Y también que el servicio de agua se reestablecería tras 48 horas en 18 de los 22 distritos afectados, mientras que el resto se iría normalizando en las siguientes 96 horas.

Si bien la respuesta de la ministra fue positiva en este caso, es inaceptable que una empresa pública que administra un bien tan importante como el agua maneje sus comunicaciones con tan poca seriedad. Por supuesto que es importante que Sedapal realice este tipo de trabajos, pero tratándose de un bien tan vital como el agua, resulta imperdonable que no se hagan todos los esfuerzos posibles para advertirlo adecuadamente en todos los casos en que se vaya a afectar el servicio de algún grupo de vecinos.