(USI)
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SERVICIOS PÚBLICOS. “I can’t get no satisfaction” (No puedo obtener ninguna satisfacción), dice la primera línea de una conocida canción de The Rolling Stones, y ese parece ser el clamor de los peruanos en lo que se refiere a los servicios públicos, pues según los datos de la última encuesta de Pulso Perú, la insatisfacción con la prestación de los servicios de seguridad ciudadana, la salud, el Poder Judicial, el transporte público y la educación, va de 61% a 51%. Tampoco están satisfechos con los programas sociales, pero por lo menos allí el porcentaje se reduce a 40%.

Una mirada a mayor profundidad deja ver que el nivel socieconómico más insatisfecho es el C, salvo en seguridad ciudadana, donde es el nivel socioeconómico D el más insatisfecho, es decir, la inseguridad afecta más a quienes menos tienen, pues quienes cuentan con un poco más de ingresos pueden optar por medidas de seguridad adicionales (rejas, cámaras de seguridad, vigilantes, entre otros) u optar por la prestación privada de los servicios que el Estado no brinda adecuadamente. Desde el punto de vista de las regiones, el sur es el más insatisfecho en salud, programas sociales y seguridad ciudadana, Lima y Callao lo es en el caso de educación y transporte, y el norte es el más insatisfecho respecto al servicio del Poder Judicial.

Desde hace años se habla de la necesidad de contar con un Estado que abarque menos, pero que sea más eficiente en el cumplimiento de sus funciones, pero ninguno de los últimos gobiernos ha logrado hacerlo.

El alto nivel de descontento con la labor que cumple el Gobierno frente a los servicios que debe brindar a sus ciudadanos, fue una de las causas que generó todas las protestas en Chile y un 47% de los encuestados cree probable que en el Perú se generé una convulsión similar —sobre todo en el nivel socioeconómico D, y en las regiones centro y oriente—; aunque un 45% no lo considera posible —basado en los niveles A/B y C, y en las regiones del sur y Lima y Callao—.

Estas cifras deberían servir de alerta al Gobierno y a las agrupaciones políticas para tratar de, por lo menos, poner la mirada en alguno de los servicios públicos que el país requiere y comprometerse a llegar al 2021 brindándolo con una mejor calidad. No es fácil y ahi está el reto que los que actualmente tienen el poder y de los que aspiran a el.