(Foto: Miguel Bellido/GEC)
(Foto: Miguel Bellido/GEC)

TRANSPORTE URBANO.El tráfico en la ciudad es uno de los mayores problemas luego de la inseguridad. La infraestructura vial en Lima es insuficiente, ello sumado a los más de 9 millones de habitantes y los más de 17 millones de viajes diarios. Lamentablemente, resolver las dificultades implica la creación de nuevas vías de acceso y un sistema de transporte público interconectado, además de otras modalidades más amigables con el medio ambiente.

Un proyecto que puede tener un gran impacto es el Anillo Vial Periférico del que se habla desde el 2016. Sin embargo, las marchas y contramarchas han hecho que la obra aún no se declare de interés público, aunque los últimos anuncios vislumbran que podría suceder en tres meses. La primera versión del proyecto no incluía el cobro de peajes y este punto es importante sobre todo cuando algunos de los peajes existentes están cuestionados y hasta son materia de un arbitraje internacional.

Otro proyecto esperado para mejorar el transporte masivo es el de la Línea 2 del Metro, pero nuevamente se ha retrasado su entrada en funcionamiento, ahora hasta julio de 2021 —inicialmente se decía que el primer tramo podría estar listo en el 2019—. El problema de los retrasos es que cuando finalmente pueda estar en marcha resultará insuficiente para la creciente demanda.

La falta de efectividad de las autoridades para impulsar con rapidez las iniciativas que se requieren genera que se planteen propuestas que resultan ser apenas un paliativo frente al caos del transporte. Así, se puso en marcha el plan “pico y placa”, el cual a un mes de su puesta en marcha ha tenido ajustes tanto de horas como de zonas afectadas, al punto que ahora el último tramo de la avenida Javier Prado está excluido. Quienes transitan por las vías que forman parte de la medida reconocen que se ha aliviado el tráfico. Sin embargo, quienes usan las vías alternas se quejan pues la congestión es mucho mayor, perjudicando no solo el transporte sino también sobrecargando vías que antes eran más tranquilas.

Una nueva medida que se está anunciando también a nivel de Alcaldía es la construcción de dos teleféricos que unirán Independencia con San Juan de Lurigancho y El agustino con Santa Anita, importantes obras que, sin embargo, también significarán mejorar el funcionamiento y la oferta del Metro de Lima y el Metropolitano, pues cuando estén habilitados los teleféricos la carga en ambos medios de transporte puede ser mayor.

Los paliativos no son malos, pero no curan ninguna enfermedad. A propósito, hasta cuándo guardará silencio la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU).