Expectativas 2020. (Foto: GEC)
Expectativas 2020. (Foto: GEC)

ECONOMÍA INTERNA. Oficialmente, tanto el BCR como el MEF tienen altas expectativas para lo que pueda ocurrir este año a nivel económico en el país. Así, se proyecta una expansión del PBI de entre 3.8% (BCR) y 4% (MEF), con una fuerte apuesta por la inversión tanto pública como privada.

Pero si bien los pronósticos oficiales son sumamente optimistas –si se tienen en cuenta los resultados del 2019 –, lo cierto es que la población se mantiene mucho más cauta. Según la última encuesta de Pulso Perú, la mayoría (51%) considera que al país le irá igual que el año pasado, mientras que la encuesta de expectativas del BCR sobre la economía en el corto plazo (tres meses) alcanzó los 50 puntos. Es decir, se ubicó en terreno neutral, saliendo del tramo pesimista en el que estuvo los últimos cinco meses.

A nivel personal, los ciudadanos también son conservadores. Un 57% cree que sus ingresos se mantendrán en el mismo nivel que este año, aunque se debe señalar que las expectativas empresariales del BCR también evidenciaron una mejora.

Las cifras del BCR y el MEF para este año servirán de base para análisis y cálculos económicos, además de compararlas con los resultados que se vayan presentando, pero lo que realmente les importa a los ciudadanos son sus ingresos y el empleo. Esos son los dos factores a base de los cuales las personas miden los resultados de la economía. Si sus ingresos se incrementan y el tiempo para encontrar un nuevo empleo es reducido sentirán que la economía del país mejora, y esa sensación siempre genera un mayor consumo, lo que ayuda al círculo virtuoso de la economía.

Sin embargo, los mejores ingresos o los empleos dependen de las empresas y los inversionistas evalúan diversos factores antes de decidir una inversión. Si bien las elecciones para el nuevo Congreso serán dentro de poco más de tres semanas, el 2020 será un año preelectoral, lo que significa que muchas decisiones de inversión (y de consumo) podrían posponerse hasta que se sepa quién gobernará el país. Y eso recién ocurrirá en el 2021.

Si el Gobierno quiere que la población no caiga en el pesimismo deberá apostar por que los proyectos privados que ya están encaminados puedan ver la luz y fomentar sectores como construcción o agroexportación, que son intensivos en uso de mano de obra. Solo así la sensación de la población podría apoyar las expectativas del Gobierno.