El futuro de la movilidad frente al Covid–19

El Covid-19 ha irrumpido en nuestras vidas cambiando muchos aspectos, desde nuestra forma de saludar, trabajar hasta la manera cómo nos movilizamos.

Esta situación nos obliga a adoptar nuevos hábitos, como mantener un distanciamiento social obligatorio, lavarnos las manos de manera constante, usar mascarilla y estar atentos a posibles señales de alerta que afecten nuestra salud.

Estas nuevas costumbres tienen, y tendrán, impactos significativos en nuestra forma de movilizarnos, cuando las actividades productivas vuelvan paulatinamente a reactivarse en nuestro precario sistema de transporte, ocasionarán, posiblemente, riesgos ambientales y de salubridad.

En Lima circulan cerca de 2’000,000 de vehículos, de los cuales cerca de 28,000 son de transporte público, el cual atiende una demanda del 80% de la población. El Covid-19 obligará a que este alicaído sistema no pueda ser tan masivo en el aforo de los vehículos; por lo que la cantidad de pasajeros de pie estará limitada y los procesos de desinfección e higiene de la unidad deberían ser cumplidos al final de cada vuelta o salida.

Esto implica que se tenga que aumentar la frecuencia y cantidad de unidades para cumplir con los nuevos estándares, algo que muchas empresas de transporte actuales no podrían cumplir, lo que en el peor de los casos causaría demoras en la atención, informalidad (colectivos) y retorno al uso del vehículo particular, lo cual generaría problemas de contaminación ambiental y riesgos de contagio masivo.

Adicional a ello, el 70% de estas unidades de transporte no cumpliría con los estándares actuales establecidos por la ATU para la circulación, originándose así un grave problema.

Estas situaciones pueden significar una oportunidad de comenzar a implementar medidas de mejoramiento del sistema de transporte, implementando los conceptos de movilidad sostenible como la movilidad accesible, eficiente, eficaz, ecología, económica e inteligente, que en otras latitudes se están implementando.

En principio, se debería buscar reducir la presión sobre el sistema, procurando que los empleados que puedan seguir realizando teletrabajo, continúen haciéndolo; modificando horarios de ingreso y salida de las personas y manteniendo la cuarentena a los grupos de riesgo.

En Paris, Barcelona, Nueva York y Bogotá se están habilitando “ciclovías temporales” para personas que deseen utilizar este medio de transporte que brinda muchas ventajas, además de las tradicionales como el ejercicio, la cero contaminación, el ahorro de espacios, de costos y de tiempo, también permite un distanciamiento social “natural” dado que es un medio personalizado de movilidad.

Casi las mismas prestaciones tienen los otros medios de “micromovilidad” tales como los patines y scooters eléctricos, todos estos medios de transporte podrían experimentar un auge muy interesante y beneficioso para la salud de la ciudad.

Actualmente, las comunas de Miraflores, Magdalena del Mar y La Molina buscan implementar estas buenas prácticas, las cuales valdría la pena analizar y evaluar si conviene hacerlas permanentes en algunos casos.

Los vehículos híbridos y eléctricos brindan otra oportunidad a la vista. Si bien es cierto, los últimos aún no cuentan en nuestro país con todas las condiciones para su desarrollo, como el establecimiento de precios, la falta de redes de recarga y de legislación específica, pero tienen un potencial importante en el ahorro de combustible, en la reducción a cero emisiones contaminantes y en la aplicación de rutas “inteligentes” conectadas al GPS e internet que el vehículo podría brindar a los usuarios para evitar congestionamientos, accidentes y riesgos de contagios masivos.

Definitivamente, el Covid-19 llegó como un intruso a cambiarnos la vida, de nosotros depende verlo como una maldición solamente o como una oportunidad para hacer mejor las cosas, para entender que debemos cambiar nuestros hábitos en beneficio nuestro y del medio ambiente, de implementar las medidas de modernización en el transporte de las que hace tanto tiempo se han estado hablando y que hoy ayudarían sobremanera a mejorar nuestra salud y calidad de vida, como decía Jorge Luis Borges, el futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a construir juntos.