Por Martín Reaño
Las crisis no duran para siempre. Todos lo sabemos aunque emocionalmente nos cueste aceptarlo. De la misma manera, no todas las etapas de las crisis son iguales. El empresario pasa del shock inicial al desconcierto y parálisis y luego a asegurar la subsistencia. Las siguientes etapas son prepararse para el despegue y volver a la nueva normalidad.
Estamos en la etapa de preparación para el despegue. Ya son menos las preguntas sin respuesta y contamos con más información para entender lo que viene más adelante. No tenemos toda la información pero nunca tenemos toda la que quisiéramos. Así son los negocios.
Lo que corresponde ahora es tomar todas las medidas necesarias y estar listos para cuando se inicie el despegue de la economía y podamos retomar la posición de mercado que antes teníamos. Mejor aún, para poder escalar nuestra posición en el mercado pues muchos competidores se habrán debilitado o desaparecido.
¿Qué hacer? ¿Por dónde empezar a alistarnos? Les propongo 5 pasos clave en los que podemos enfocar esta preparación:
1. Mantenga al talento. Sus colaboradores están nerviosos. Han visto como se ha reducido personal y son conscientes de la situación de la economía en general y de su industria en particular. Dele a su personal crítico la tranquilidad de que están todos en el mismo barco y que saldrán todos adelante. Explíqueles que ya empezó la fase de recuperación de la crisis.
2. Asegure la liquidez necesaria. Volver a utilizar los canales de distribución anteriores y los nuevos, requerirá gastos que ahora se han reducido al mínimo. Negocie nuevos términos con los distribuidores y, en general, con todos los que participan en la cadena para llegar al cliente.
3. Negocie con los acreedores. Lo normal en esta etapa de la crisis es reconocer que no se podrá cumplir con los bancos, proveedores y demás acreedores tal como se había previsto originalmente. Es el momento de enfrentar la realidad y plantear nuevos términos de pago. Se sorprenderá con la flexibilidad que encontrará.
4. Entienda el nuevo comportamiento del mercado. Los clientes también han cambiado con esta crisis. ¿Qué tipo de experiencia valoran? ¿Qué expectativas tienen en cuanto a la calidad del producto y del servicio? ¿Sigue siendo válida nuestra propuesta de valor?
5. Mantenga las eficiencias que ha logrado. Sin duda, con esta crisis, ha logrado demostrar que la empresa puede operar con menos gente, menos gastos y menos infraestructura en general. Mantenga estas mejoras. Es muy fácil volver a agregar “grasa” a la organización. No pierda lo ya ganado.
Este es el momento decisivo. Donde se define qué empresas saldrán adelante luego de la crisis, fortalecidas y con posibilidad de crecer. Todas lo pueden lograr. Es cuestión de ver más allá de la situación del momento y de prepararse conscientemente.