"Los defensores de lo que se denomina la “nueva política industrial” insisten en el uso de estas estrategias de sectores ganadores, pero haciendo uso de mayor evidencia respecto a la potencialidad competitiva con base en el nivel de complejidad". (Foto: GEC)
"Los defensores de lo que se denomina la “nueva política industrial” insisten en el uso de estas estrategias de sectores ganadores, pero haciendo uso de mayor evidencia respecto a la potencialidad competitiva con base en el nivel de complejidad". (Foto: GEC)

¿Qué es una política industrial? En términos simples se puede describir como la puesta en marcha de medidas de amplio espectro dirigidas a apoyar una o varias actividades económicas o geográficas. Detrás de ello se plantean objetivos de defensa y/o de desarrollo, con impactos deseados sobre la producción y la generación de empleos. Algunos más ambiciosos subrayan entre sus metas alcanzar una mayor competitividad. ¿La razón? Es aquí donde este marco conceptual empieza a entrar en problemas, pues si bien suele presentarse como una estrategia en beneficio de la sociedad en su conjunto, en la práctica, lo único objetivo es que se premia a unos pocos.