El ingreso promedio en Lima Metropolitana está estancado los últimos 5 años en torno de los S/ 1,800 mensuales. (Foto: ISTOCK)
El ingreso promedio en Lima Metropolitana está estancado los últimos 5 años en torno de los S/ 1,800 mensuales. (Foto: ISTOCK)

Por Carlos Prieto Balbuena, Gerente del Área de Estudios Económicos del BCP

Parece poco probable que el supere el 3% en el 2020. Desde hace más de 6 meses, previmos que nuestra economía crecerá apenas en torno del 3% este año.

En diferentes reportes enfatizamos que esta aceleración respecto del casi 2% en el 2019 será engañosa y solo la percibirán las y la, que rebotarán luego de la caída del año pasado. Sin embargo, los negocios vinculados al gasto privado (consumo e inversión privada) se desacelerarán en un año preelectoral.

Un cierre de año 2019 lento (la actividad económica creció apenas 1.1% a/a en diciembre) y la lamentable propagación del coronavirus (que afecta al Perú a través de una caída de nuestros precios de exportación y menor dinamismo de nuestros socios comerciales) probablemente nos llevará a recortar la proyección de crecimiento para este año.

En el año 2021, en medio de un año electoral, ¿qué llevaría a que la economía crezca por encima del 2.5%-3%? La temperatura del crecimiento no sería tan diferente a la del 2019-2020, aunque con algunos matices sectoriales.

Tasas de crecimiento del 4% o más son un buen recuerdo del pasado. Creer que algo mágico sucederá en las próximas elecciones del 2021, que lleve a un súbito cambio en las expectativas empresariales y una ola de inversión privada, es solo un buen deseo. El riesgo es que si en los próximos 6 a 9 meses no hay avances concretos en una agenda procrecimiento también comprometeremos el crecimiento del 2022-2023.

Si bien no hay una receta mágica, el mejor legado para el crecimiento económico del 2022 en adelante sería mostrar en los próximos meses avances concretos en:

Motores de crecimiento sectorial

• Agroexportaciones: destrabar los proyectos de irrigación Chavimochic y Majes-Siguas para que inicien ejecución antes que finalice este Gobierno.

• Acuícola y forestal: alcanzar compromisos de inversión para los próximos 3 años por no menos de US$ 500 millones.

• Turismo: lograr la interconexión aérea entre centros turísticos del sur y norte del país, sin pasar por el aeropuerto internacional de Lima.

• Vivienda social: replicar el esquema con que se construyó la Villa Panamericana de Villa El Salvador (se podría empezar por la zona norte).

• Minería: concretar el desarrollo de al menos un proyecto minero de envergadura que tome la posta a Quellaveco, así como habilitar la explotación de nuestras reservas de litio.

Políticas horizontales

• Formalización: el primer semestre de este año será la última ventana de oportunidad de este Gobierno para poner en discusión un esquema tributario y laboral proformalización. Los economistas Claudia Cooper y Elmer Cuba tienen una buena propuesta que vale la pena debatir.

• Simplificación: establecer un Texto Único de Procedimientos Administrativos uniforme y moderno de cumplimiento obligatorio para al menos los 40 gobiernos locales más grandes del país. El Decreto Legislativo N°1310 introdujo, a fines del 2016, la obligatoriedad del Análisis de Calidad Regulatoria de procedimientos administrativos cada 3 años, estableciéndose la derogación automática de las disposiciones que no superen esta evaluación. ¿Cómo potenciar esta herramienta para eliminar trámites innecesarios?

• Infraestructura: a la par de lograr un récord histórico de ejecución de inversión pública y revertir la lentísima reconstrucción del norte, no se debería comprometer el espacio fiscal de la siguiente administración con el anuncio o inicio de megaproyectos (que usualmente son de nulo o dudoso retorno social). Finalmente, ProInversión debería concentrar sus esfuerzos en 3 proyectos, que puedan iniciar ejecución antes que finalice este Gobierno o a inicios del 2022.

Crecer al 3% (o menos) es completamente insuficiente para las necesidades del país. Solo recordar que el ingreso promedio en Lima Metropolitana medido en soles reales está estancado los últimos 5 años en torno de los S/ 1,800 mensuales.

Se acaba el tiempo de implementar políticas públicas procrecimiento porque a medida que avance el año la principal prioridad del MEF, naturalmente, girará a evitar retrocesos y batallar contra las malas ideas microeconómicas que podrían provenir del Ejecutivo o Congreso, en un contexto ya electoral. Para cosechar crecimiento a partir del 2022 es indispensable sembrar hoy.