Se deberá cumplir la ley de reducir el déficit fiscal a 1% del PBI en el 2021.
Se deberá cumplir la ley de reducir el déficit fiscal a 1% del PBI en el 2021.

Carlos Prieto Balbuena
Gerente Área de Estudios Económicos del BCP

Con una expansión cercana al 4%, el 2018 no fue un mal año en términos de crecimiento económico, pero pudo ser mejor. Desde agosto del año pasado proyectamos que la economía peruana crecerá alrededor del 3.7% en el 2019, lo cual es una tasa mediocre. Décimas más o décimas menos, nuevamente el Perú no se ubicará entre las economías pequeñas y emergentes de mayor crecimiento mundial: Panamá, República Dominicana, Filipinas, Vietnam, Indonesia crecerán no menos de 5% este año.

Para volver a figurar entre las economías pequeñas y emergentes de mayor crecimiento mundial necesitamos ponernos metas muy ambiciosas y adoptar acciones concretas desde hoy. A continuación, se presentan cinco puntos en los que debe trabajar el actual Gobierno para que, hasta el Bicentenario del 2021, pueda sentar las bases sólidas para un Perú más próspero y menos desigual durante la próxima década.

1 ) Más institucionalidad. Un sistema de justicia honesto, imparcial, predecible y que administre justicia en plazos razonables es una piedra angular para aspirar a ser un país más justo y próspero. Quisiera tomar como ejemplo a la institución más valorada y respetada del país: el Banco Central de Reserva (BCR), que cuenta con un exigente proceso de selección de personal entre los mejores estudiantes de economía del país a través del Curso de Extensión en Economía Avanzada. Si nuestro sistema de justicia tuviese un proceso de selección, formación profesional y línea de carrera tan exigente y meritocrático como el descrito, probablemente sentaríamos las bases para un cambio sustancial en las próximas décadas.

2 ) Mercado laboral más flexible. Este año el Gobierno debiera de enfocarse en alcanzar un solo gran cambio en esta materia: la indemnización por despido debe ser la regla; mientras que la reposición en el puesto de trabajo debiera ser una excepción muy puntual y acotada. Hoy estamos al revés.

3 ) Simplificación administrativa a nivel municipal y convergencia regulatoria a mejores estándares internacionales. En el primer frente, de acá al 2021 debiéramos de ponernos la meta tangible de tener un solo Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA) uniforme y moderno para todas las municipalidades del país. En el segundo frente, el proceso de ingreso a la OCDE no debe ser entendido como el logro de una medalla o reconocimiento internacional a corto plazo, sino como un ancla de convergencia de mediano plazo a mejores prácticas internacionales de políticas públicas. Debemos aprender lo que están haciendo los países más dinámicos de la OCDE para mejorar su clima de negocios y converger a niveles de ingresos más altos. Por ejemplo, el ingreso per cápita PPP de Polonia aumentó casi 40% en la última década.

4 ) Reducción del déficit fiscal y Presupuesto por Resultados. El Gobierno deberá de cumplir la ley vigente de reducir el déficit fiscal a 1% del PBI en el 2021. Según el BCR, el déficit fiscal se ubicará en 2.6% del PBI este año (poco más de S/ 20 mil millones). Llegar a un déficit fiscal de 1% del PBI en el 2021 demanda un trabajo arduo por el lado de los ingresos y el aumento del gasto sin resultados. Entre 2003 y 2018, el gasto no financiero del Gobierno General pasó de S/ 37 mil millones a poco más de S/ 150 mil millones, es decir, se multiplicó 4 veces en términos nominales y 2.5 veces en términos reales (descontando inflación). El gasto en remuneraciones pasó de S/ 12 mil millones a S/ 46 mil millones. Por su parte, la inversión pública se elevó de S/ 5 mil millones a S/ 32 mil millones, aunque con serios problemas de priorización. A pesar del notorio incremento del gasto fiscal, indicadores como anemia infantil, desnutrición infantil, embarazo adolescente, feminicidios, niveles de aprendizaje en matemáticas y comprensión de lectura, acceso a saneamiento, tiempos de espera en hospitales, pobreza rural, costos logísticos, entre otros, presentan niveles deplorables a puertas del Bicentenario. La solución no es asignar más recursos fiscales desvinculados de metas a monitorear y resultados. El Presupuesto por Resultados debe de servirnos como herramienta de transparencia para aprender y priorizar lo que funciona, pero a la par corregir lo que no funciona.

5 ) Potenciar motores de ganancias de productividad y empleo formal. Como se aprecia en la tabla, hemos avanzado en algunos sectores durante los últimos 20 años, aunque aún estamos bastante lejos de otros países. Debemos de trazarnos metas ambiciosas para la próxima década, para lo cual requerimos ejecutar planes concretos de acción alejados de políticas de “picking winners” o subsidios. Las Mesas Ejecutivas Sectoriales son el mejor instrumento para corregir las fallas de coordinación privado-púbico y público-publico. Esta mirada sectorial es importante tanto por las posibilidades de aumentos de productividad sectorial y agregada para la economía, incremento de ingresos fiscales; así como generación de puestos de trabajo formales y mejor remunerados para los 12 millones de peruanos que hoy laboran en la informalidad.

Si las diferentes metas expuestas en este artículo le parecen muy ambiciosas, significará que al 2030 nuestro país no será sustancialmente más próspero y menos desigual de lo que es hoy. El Gobierno debe de lograr avances concretos en estos cinco frentes durante este año y hasta el Bicentenario del 2021.

Finalmente, quisiera agregar otro par de metas muy ambiciosas para el Perú de la próxima década, pero en el plano deportivo: a) volver a ir al Mundial de futbol (pero no errar un penal y clasificar a octavos o cuartos de final), y b) lograr una medalla de oro olímpico: en nuestra historia solo hemos ganado una medalla de oro (en tiro en el lejano Londres 1948).

¿Cómo retornar a la liga de países de alto crecimiento hacia el 2021?
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