El desabastecimiento del GLP es recurrente en el Perú, pero ahora se intensifica con las protestas que continúan y los oleajes anómalos que se registran en el litoral peruano. (Foto: Eduardo Cavero / GEC)
El desabastecimiento del GLP es recurrente en el Perú, pero ahora se intensifica con las protestas que continúan y los oleajes anómalos que se registran en el litoral peruano. (Foto: Eduardo Cavero / GEC)

¿Qué tienen en común el dueño de un pequeño restaurante que forma una larga fila de personas en una planta envasadora de gas situada en el distrito cusqueño de Saylla, con una ama de casa de Puno que ahora cocina a leña y el conductor de un mototaxi de Madre de Dios que se levanta temprano para ser uno de los primeros en recargar su unidad en un grifo? Que todos son afectados por el desabastecimiento de gas licuado de petróleo (GLP) debido a las protestas, y a esto se suman los oleajes anómalos que obligan al cierre de puertos.