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Una encuesta realizada por Ipsos para la Comisión de Lucha contra el Comercio Ilícito de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), reveló que la mayoría de peruanos percibe el contrabando como perjudicial para el país.
En ese sentido, el estudio detalló que el 87% de peruanos relaciona al contrabando con la corrupción. Mientras que el 61% consideró que es una actividad ilegal que no debería ser permitida.
Del mismo modo, el 53% opinó que las mafias y las organizaciones criminales, así como los funcionarios corruptos, son los principales beneficiados con esta actividad.
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Frente a esto, la presidenta de la Comisión de Lucha contra el Comercio Ilícito de la SNI, Claudia Linares explicó que estos resultados demuestran que es un error considerar al contrabando solo como un delito aduanero que sucede en los puntos fronterizos y cuyas consecuencias se limitan al perjuicio económico a las empresas formales y el Estado.
“Para avanzar en propuestas de soluciones, primero, es fundamental cambiar esa mirada, algo en lo que coinciden los especialistas, y entender al contrabando como una amenaza para todos los peruanos en términos de corrupción, estabilidad política y social, seguridad ciudadana y también por supuesto en la dimensión económica”, agregó.
Según el sondeo, en el norte de Perú es donde el vínculo entre contabando y corrupción es más notable, pues así opinó el 93% de los encuestados. Seguidamente se encuentra la población de Lima con un 88%, oriente con 86% y el centro del país con 84%.
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Asimismo, el 68% de peruanos relaciona el contrabando con la inestabilidad política y social. La percepción es más alta en Lima (73%) y en el norte del país (72%).
El jefe de la Misión para Perú de Idea Internacional, Percy Medina, resaltó que actualmente existe una alta permisividad social frente al contrabando, sobe todo en el sur del país.
“El estudio muestra que 9 de cada 10 peruanos es consciente de que el contrabando es una actividad ilegal, asimismo un 87% de los encuestados identifica correctamente que existe una relación alta o muy alta entre el contrabando y la corrupción. La gente sabe, o al menos puede imaginar, que el contrabando, para desarrollarse, necesita corromper policías, agentes de aduanas, jueces y otras autoridades”, explicó.
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