Fortunato Quesada fue denunciado por trabajadores de la sede diplomática a través de un reportaje de TV. Lo acusaron de malos tratos y hasta de disponer de sus sueldos. (Foto: GEC)
Fortunato Quesada fue denunciado por trabajadores de la sede diplomática a través de un reportaje de TV. Lo acusaron de malos tratos y hasta de disponer de sus sueldos. (Foto: GEC)

Este domingo se reveló que el ministro consejero de la Embajada del Perú en Israel, Pedro Rubín Heraud, habría alentado grabaciones ilegales en contra de su exjefe Fortunato Quesada, según informó “Cuarto Poder”.

El exembajador del Perú en Israel fue destituido de su cargo en 2018 por la difusión de audios que evidenciaban tratos altisonantes y abusivos contra trabajadores de dicha sede diplomática.

Sin embargo, en 2019 se revelaron nuevos audios que involucraban a Pedro Rubín Heraud. Esto produjo una investigación interna que revelaría que una cúpula desde 2018 sabía que uno de sus embajadores era objeto de grabaciones encubiertas.

Cuando ocurrieron los hechos, José Boza era jefe de gabinete del canciller Néstor Popolizio, y despachaba directamente con él. Boza, hoy nombrado embajador en Bolivia, sostuvo en diálogo con “Cuarto Poder” que apenas supo de las grabaciones en Israel, informó de inmediato a sus superiores que era, además del entonces canciller, el vicecanciller Hugo de Zela Martínez,

Meses después de la destitución de Quesada el mismo empleado que lo grabó, Jesús Alvarado, lo buscó y le hizo llegar audios de sus conversaciones con Pedro Rubín. Con el material en manos, Quesada denunció a Rubín ante la Cancillería, que le abrió un proceso por instigar y filtrar los audios que en el 2018 acabaron con la carrera de Quesada. Por ello a inicios de este año, Rubín fue sancionado con seis meses de suspensión por no haber informado a sus superiores de la existencia de los audios ilegales.

El todavía ministro consejero de la Embajada del Perú en Israel apeló y en dicho documento se señala expresamente que la entonces superioridad de la Cancillería, el canciller Néstor Popolizio, el vicecanciller Hugo de Zela y el jefe de Gabinete del despacho ministerial, José Boza, siempre estuvieron al tanto de todo, de las grabaciones y de su filtración a la prensa, según reveló el informe.

Al ser consultado al respecto, el excanciller Popolizio indicó por escrito que rechazaba enfáticamente que la filtración de los audios haya obedecido a una orden de la alta dirección de su gestión, y que, más bien, él le expresó al jefe de Gabinete del despacho ministerial, José Boza, que Rubín tenía que denunciar a Fortunato Quesada de manera formal y por los canales correspondientes.

Por su parte, De Zela consideró que las afirmaciones de Rubín son falsas y las rechazó enérgicamente, pues lo que dice nunca ocurrió. De Zela señaló a este programa que sería José Boza el que brindaría declaraciones.

El hoy embajador del Perú en Bolivia indicó que en el Ministerio de Relaciones Exteriores “todos fuimos sorprendidos”.

Esto no era una cosa que se esperaba, que se tenía previsto que se supiera, ni nada por el estilo. Y eso es justamente parte del proceso que está siguiendo su curso […] O sea, las autoridades del ministerio se dan con la sorpresa de esta situación, cuando envían las grabaciones de Israel”, manifestó.