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En declaraciones al diario El Comercio, Gerardo Sepúlveda exsocio del jefe de Estado, contó que empezó en Westfield Capital, en 1993, actuando como gestor en muchas transacciones.

“En la mayoría (de veces) no necesité una autorización. El señor Kuczynski nunca tuvo una duda de que yo iba a hacer algo incorrecto”. A reglón seguido remarcó que “una conversación de qué hacer o qué no hacer (con PPK) no existió porque yo nunca iba a hacer algo inadecuado o imprudente”.

Sobre el contrato suscrito entre Westfield Capital – la empresa unipersonal del mandatario – y Odebrecht explicó que “la concesión [del trasvase Olmos] requería un financiamiento y lo estructuré con el Banco de Crédito”.

“Que Kuczynski haya sido ministro no iba a cambiar la tasa de interés de los bonos ni cambiar la demanda. No tenía ninguna injerencia”, remarcó.

Afirmó que se reunía con el mandatario, aunque no eran de trabajo. “Cualquier cosa que hubiese hecho como ministro (PPK) no tenía un impacto en mi trabajo”, puntualizó en la entrevista.