(AFP) La llegada al poder de dirigentes populistas en Estados Unidos y Europa pone de relieve una atracción por los caudillos también apreciable en Venezuela, Rusia y otros países y que amenaza los derechos humanos y la democracia, advirtió Human Rights Watch en su informe anual difundido este jueves.

En el documento de 704 páginas, que examina las principales tendencias sobre derechos humanos en el mundo, la organización estadounidense concluyó que la campaña electoral de Donald Trump era "la vívida ilustración de las políticas de intolerancia".

Pero el éxito del magnate de retórica antiinmigrantes refleja un peligroso y creciente "encaprichamiento con los hombres fuertes" también evidente en Rusia, China, Venezuela y Filipinas.

Si esas posturas continúan, "el mundo corre el riesgo de entrar en una era oscura", señaló Human Rights Watch.

El director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, dijo durante la presentación del informe en Washington que el ascenso de Trump ha envalentonado a algunos líderes, como Hun Sen en Camboya, que ven la elección de Trump "como una luz verde para continuar con su represión".

Roth fue especialmente crítico con el nominado por Trump para dirigir el Departamento de Estado, el expresidente de ExxonMobil Rex Tillerson, y afirmó que "este es un tipo que hizo su carrera haciendo tratos con dictadores" y quien el miércoles en su audiencia de confirmación en el Senado expuso una "excusa tras otra" para no condenar documentadas violaciones de los derechos humanos.

La organización estadounidense, que realiza investigaciones en los 90 países evaluados, indicó que en Siria se da "quizás la amenaza más letal (que pesa) sobre los derechos humanos" por los ataques indiscriminados contra civiles a manos de fuerzas sirias y sus aliados rusos.

Pero el informe se enfoca en el peligro del creciente populismo.

En un contexto de desempleo, ataques terroristas y la creciente diversidad étnica y racial, políticos como Trump explotan el descontento, que convierte a los refugiados, inmigrantes y minorías en chivos expiatorios, y donde la verdad es "una víctima frecuente", indicó HRW.

La organización sostiene que Trump ha "roto con principios básicos de dignidad e igualdad" en sus ataques, sin aportar propuestas "prácticas".

Aceptar al autócrataTendencias similares son percibidas en otros países cuyos ciudadanos parecen "aceptar al autócrata que no muestra ningún escrúpulo a la hora de hacer valer su visión de 'la mayoría' y subyugar a quienes se le opongan", señaló Human Rights Watch.

"La revolución bolivariana iniciada por el fallecido presidente Hugo Chávez y ahora conducida por su sucesor, Nicolás Maduro, se ha convertido en un desastre económico para los sectores más vulnerables de la sociedad", señaló HRW.

En rueda de prensa en Río de Janeiro, Daniel Wilkinson, director gerente para las Américas de HRW, destacó que el arribo de Trump a la Casa Blanca y la situación en Venezuela, que calificó de "crisis humanitaria", son "dos grandes preocupaciones" en la región.

En Venezuela "el proceso democrático no está funcionando" y "el nivel de desesperación de la población por la escasez de comida, de medicinas, puede generar una crisis regional", añadió.

Reacción popularHRW identificó en Europa un "populismo similar" al de Trump que intentó culpar de los problemas económicos a los inmigrantes, un fenómeno expresado claramente en el Brexit.

"Los políticos buscan el poder con llamados al racismo, la xenofobia y la misoginia" y afirman que los ciudadanos "aceptan violaciones de los derechos humanos como una necesidad" para garantizar el empleo e impedir los cambios culturales, señaló el grupo.

El informe añadió: "Olvidamos para nuestro peligro a los demagogos de ayer --los fascistas, comunistas y otros de esa índole--, que alegaban que tenían una especial intuición (para percibir) los intereses de la mayoría pero terminaron aplastando al individuo".

Mientras dirigentes en Francia, Holanda y Hungría atizan la rabia popular, "muchos líderes occidentales ofrecen un tímido apoyo" a los derechos humanos", dijo Roth.

Sin embargo, elogió a la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y al presidente estadounidense, Barack Obama, por levantar sus voces de protesta.

Pero otros líderes "han enterrado la cabeza en la arena" o incluso explotado los resentimientos.

Roth dijo que de manera inédita su organización no solo hace un llamado a los líderes, sino también a los ciudadanos de países en problemas, a tomar iniciativas, declarando que el único antídoto contra las tendencias antidemocráticas es el activismo ciudadano.

"Los populistas prosperan en el vacío que deja la oposición. Una fuerte reacción popular, que recurra a todos los medios disponibles es la mejor defensa", señaló HRW.