El ex presidente Alejandro Toledo. (Foto: Difusión)
El ex presidente Alejandro Toledo. (Foto: Difusión)

El juez de Estados Unidos ante quien el expresidente de Perú Alejandro Toledo (2001-2006) apeló una decisión previa que le había negado la libertad bajo fianza mientras se resuelve su caso de extradición se mostró este miércoles partidario de que el exmandatario permanezca en prisión, aunque por el momento no ha tomado una decisión firme.

El magistrado Vince Chhabria del Distrito Norte de California, con sede en San Francisco, clausuró la vista de este miércoles explicando que duda entre celebrar una nueva audiencia en la que se contrasten las pruebas de la defensa y de la Fiscalía sobre las condiciones del encarcelamiento de Toledo o denegarle de forma definitiva la libertad bajo fianza.

De este modo, Chhabria ya no puso sobre la mesa la posibilidad de que Toledo salga de prisión de forma inmediata (algo que podría haber decidido hoy mismo), y a lo largo de la sesión se mostró en varias ocasiones satisfecho con la actitud de la Fiscalía y especialmente beligerante con la defensa.

“En base a lo que he visto hasta ahora, el Gobierno ha cambiado la partida. Cuando Toledo estaba en confinamiento en solitario había circunstancias especiales que justificaban su libertad bajo fianza. Pero ahora parece que el Gobierno ha ofrecido una alternativa razonable”, apuntó el magistrado.

Chhabria se refería así a su fallo de principios de octubre, cuando en un movimiento poco habitual decidió conceder la libertad bajo fianza a Toledo, pero puso su decisión en suspenso de forma inmediata con el objetivo de presionar al Gobierno a sacarle del régimen de aislamiento en el que el exmandatario se hallaba desde su detención en julio.

La jugada del magistrado surgió efecto y, pese a que anteriormente había asegurado que no tenía capacidad para ello, el Gobierno se apresuró a cambiar a Toledo de cárcel para que pudiese pasar a un régimen de mayor libertad de movimientos.

La razón por la cual el expresidente no se halla ni en la cárcel donde estaba antes ni en la actual en régimen común junto al resto de reclusos es porque los responsables penitenciarios consideran que, dado su elevado perfil político, su seguridad se vería comprometida.

Según el informe remitido por el Gobierno a la Justicia, el nuevo régimen en el que Toledo se encuentra en la cárcel de Maguire (en el condado de San Mateo, donde residía) le permite realizar múltiples llamadas, recibir visitas, mantener interacciones con otros presos y pasar varias horas fuera de su celda.

“¿A mí me suena mal? Sí, me suena terrible. Pero suena más como una cárcel que como una celda de aislamiento”, apuntó el magistrado.

Por su parte, el abogado que representa a Toledo, Graham Archer, no compartió la descripción hecha por el Gobierno -entre otras cosas, aseguró que en realidad sólo tiene oportunidad de interactuar con otro preso- y sugirió al juez que llamase a declarar al propio expresidente para que fuese él quien contase su situación.

Ante ello, Chhabria explicó que si permite la declaración de Toledo, también debería permitir al Gobierno llevar a sus propios testigos, cosa que conllevaría una hipotética nueva vista centrada en analizar las pruebas aportadas por una y otra parte sobre las condiciones actuales del encarcelamiento.

“Mi cliente se encuentra encarcelado en unas condiciones que están teniendo consecuencias psiquiátricas severas para él. Ha perdido el apetito, no puede dormir, está desorientado y ha sufrido una caída médica significativa”, dijo Archer, que también se ofreció a aportar informes médicos sobre el estado de Toledo.

El expresidente peruano está acusado de haber recibido hasta US$ 35 millones de la constructora Odebrecht a cambio de favorecer a la empresa brasileña en sus negocios en Perú cuando él aún era presidente, y ha pasado los últimos dos años prófugo de la Justicia peruana en Estados Unidos, donde reside en la localidad de Menlo Park, cerca de San Francisco.

Toledo tiene mañana jueves otra vista ante otro juez, Thomas Hixson, quien ha llevado su caso desde el principio, que será estrictamente de procedimiento para el caso de extradición y en la que no está previsto que se tome ninguna decisión relevante.