Podcast Tres minutos basta: ¿Y qué le dirías a alguien que quiere seguir creciendo?
Podcast Tres minutos basta: ¿Y qué le dirías a alguien que quiere seguir creciendo?

¿Y qué le dirías a alguien que quiere seguir creciendo? No te quedes con los mínimos. Sí, le diría eso. No te quedes con los mínimos.

Esta es para mi una filosofía de vida. Da igual lo que hagas. Lo que estudies o hayas estudiado o lo que no hayas estudiado. Da igual si te defines como hombre, mujer, o como no binario. Si te gusta el deporte, o el arte, o las ciencias. Si tienes 75, 45 o 25 años.

En cada paso que damos podemos elegir hacerlo con cautela, con audacia o con “caudacia”. Si somos cautos reducimos las probabilidades de error al mismo tiempo que las probabilidades de lograr algo extraordinario. Si somos audaces, como los que dicen “quien no arriesga no gana”, incrementamos las probabilidades de un gran fracaso y al mismo tiempo de un gran acierto. Pero si somos “caudaces” asumimos el riesgo de la audacia, pero controlado por la cautela. Caudacia es la fusión de cautela y audacia que da como resultado riesgo controlado para alcanzar resultados extraordinarios.

No te quedes con los mínimos significa ser siempre “caudaz”. Cauto y audaz. Atreverte a ir más allá de lo que fácilmente puedes alcanzar.

Soy de poco enamorarme, decía un amigo, porque amar trae como riesgo sufrir. Por eso al amar me quedo con los mínimos. Lo que no ve mi amigo es que al quedarse con los mínimos nunca disfrutará lo que es amar de verdad.

Lo mismo es aplicable en un proyecto, en una empresa, o en tu carrera. Me quedo con los mínimos porque ir más allá significa un riesgo que no quiero correr. Pero si no lo haces no sabrás nunca lo que podrías haber logrado.

No te quedes con los mínimos es salir de la zona segura donde vive el cauto para entrar a la zona de riesgo controlado, donde triunfa el caudaz.

Pepe Peiro, un antiguo compañero de trabajo en Barcelona , decía siempre que para alcanzar un reto hay que darlo todo y “un poquito más”. Y es ese poquito más lo que hace la diferencia.

Este es el episodio 52 de la segunda temporada de Tres Minutos Basta. Es el último episodio. Más de 100 lunes en los que me han regalado tres minutos para escuchar algunas ideas sobre liderazgo y sobre la vida. Nunca imaginé que este podcast llegará a cumplir dos años y me permitiera escribir un libro. Sin duda ha sido gracias a todos ustedes que lo escuchan y también por que no, gracias a ese “poquito más” que intenté dar cada semana.

Soy Ignacio Quintanilla, y desde Tres Minutos Basta, hoy me despido diciendo, no te quedes con los mínimos.