Foto: Expansión
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El pasado de 10 octubre, la Universidad de Maine recibió tres récords Guinness de un golpe: a la impresora 3D más grande, al objeto sólido más grande jamás construido en y al barco más grande impreso con esta técnica.

Fueron necesarias 72 horas (del 19 al 22 de septiembre) para crear la nave completamente en una sola pieza. Botada como 3Dirigo y construida con fibras de carbono y plástico, posee 7.62 metros de eslora y un desplazamiento de 2,267 kilogramos. Tras retirar la lona que lo cubría durante la presentación, el barco, cuyo casco fue diseñado por Navatek, fue puesto en un tanque de agua para demostrar su flotabilidad.

La impresora, fabricada por Ingersoll Machine Tools, puede imprimir objetos de hasta 30,5 metros de largo por 6,7 de ancho y tres de altura a un ritmo, capa a capa, de 227 kilogramos por hora.

"Esta impresora 3D es consecuencia de la investigación que hemos estado haciendo durante 15 años para combinar nanofibras y microfibras de celulosas con materiales termoplásticos", afirmó Habib Dagher, director ejecutivo del Centro de Estructuras y Compuestos Avanzados de UMaine. "Nuestro objetivo es imprimir con un 50% de productos de madera a 500 libras por hora (227 kg/h) y lograr propiedades similares al aluminio", añadió.

Más allá de la náutica, la UMaine tiene previsto utilizar la impresora para diferentes sectores, siempre enfocada en el desarrollo de materias primas de origen biológico, utilizando celulosa derivada de la madera.

No obstante, Maine es el estado más boscoso de los Estados Unidos, lo que hace de este proyecto una de las iniciativas de innovación más importantes para la zona. Por ello, el proyecto cuenta con un presupuesto de 20 millones de dólares para su puesta en marcha. y otros 20 millones ya están de camino para continuar el desarrollo de la máquina.

La investigación cuenta con el respaldo del Departamento de Energía de EE.UU., entre otras instituciones y organizaciones.

La universidad también está colaborando con un programa del ejército estadounidense para fabricar refugios desplegables para soldados o materiales ignífugos de alta temperatura para blindar vehículos.

Volviendo mar adentro, el barco patrullero ‘3Dirigo’ supone todo un hito para la industria náutica. Antes de su fabricación, ya habían surgido otros proyectos para imprimir barcos, si bien éstos trabajaban en la construcción de diferentes piezas antes de ensamblarlas.

Uno de los proyectos más conocidos es el de la compañía italiana Ocore. Su objetivo era que su prototipo, presentado a finales de 2018, compitiera en la regata transatlántica Mini Transat. Sin embargo, las pruebas finales en el agua se retrasaron más de lo previsto y la información de cómo iba evolucionando el proyecto se fue diluyendo con el paso del tiempo. Finalmente, el barco de Ocore no tomó la línea de salida.

Diario Expansión (España) /Red Iberoamericana de Diarios Económicos (RIPE)


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